La estación de esquí de Alto Campoo daba por concluida, este pasado lunes 22 de abril, la temporada 2018/19, que se iniciaba el 11 de enero gracias a la nieve artificial producida por los cañones instalados en 2016.

En el centenar de días que han permanecido abierta, la estación cántabra ha registrado un total de 114.000 esquiadores, lo que se traduce en una media de más de 500 usuarios diarios.

Ha llegado el final de la temporada de esquí. O casi, porque en la Península todavía es posible esquiar en cinco estaciones. Se trata de Masella, en la provincia de Girona; Sierra Nevada, en Granada; San Isidro y Leitariegos, en León, y Vallnord-Ordino Arcalís, en Andorra.

Las estaciones de esquí asturianas de Valgrande Pajares y Fuentes de Invierno han dado por concluida la temporada de esquí 2018-19, con un balance final que no es precisamente halagüeño: alrededor de 95.000 días de esquí -por 123.000 la anterior campaña, lo que supone cerca de un 25% menos de esquiadores-, un total de 1,32 millones de euros ingresados por la venta de forfaits -también menos que en 2017-18- y unas condiciones meteorológicas complicadas, por no decir palabras mayores.

El lunes 22 de abril la estación de esquí de la Val d’Aran y Valls d’Àneu puso punto final al invierno 2018-2019. Esta temporada, que empezó el sábado 1 de diciembre, ha registrado cifras muy positivas con 876.000 días de esquí y 143 jornadas en funcionamiento.

El tiempo inestable ha impedido llegar a la plena ocupación desde el Viernes Santo al Domingo de Resurrección como se había previsto y los hoteles del Pirineo de Lleida se han acercado al 85% de su capacidad, mientras que las casas del turismo rural y las plazas de bungalows en los campings han estado prácticamente llenas. 

Foto del hotel pie de pistas de Boí Taüll (Foto: Boí Taüll).