"Es como si volviéramos a la época de Margaret Thatcher". Esta frase, pronunciada por un millonario británico y explicada por su abogado al final de una conferencia sobre la actividad inmobiliaria en la zona, demuestra cómo de profundo es el malestar entre el gobierno francés y "lo más ricos", estos habituados a gastar en demasía, pero no a los prohibitivos tipos impositivos.