Restaurante del Llac de Pessons, 25 años de alta gastronomía en un entorno mágico

Maravilloso entorno natural, Restaurante del Llac de Pessons

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Sáb, 12/03/2016 - 19:55

Uno de los restaurantes más emblemáticos de Grandvalira y de la misma Andorra cumple 25 años. Unas bodas de plata de un lugar con un entorno natural idílico y un placer para los paladares más exigentes

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El afamado restaurante del refugio del Llac de Pessons, situado en el sector de Grau Roig y a orillas del lago del mismo nombre, es uno de los mejores puntos de restauración de Grandvalira y está entre los más prestigiosos de Andorra.

Este invierno se cumplen 25 años desde que se puso en marcha el restaurante, antaño era un refugio que sólo se utilizaba en verano y que el fundador de la estación de esquí, Francesc Viladomat compró a su propietario con la idea de convertirlo en un nuevo punto de restauración del Pas de la Casa / Grau Roig. Finalmente, el Pessons abrió sus puertas y encendió sus fogones durante el Puente de La Constitución de 1990.

Con un emplazamiento de lujo, rodeado de picos y con vistas a un maravilloso lago, rápidamente el Refugio se convirtió en uno de los sitios favoritos de los esquiadores y de los excursionistas en verano. Un mérito que en buena parte se debe apuntar a su responsable desde el inicio del mismo, La Teresa, que con su incansable tesón, criterio gastronómico y amabilidad con los clientes rápidamente se convirtió en el alma mater del Pessons. Algunos de sus clientes son fieles desde el inicio y siguen viniendo al Pessons.

Un refugio/restaurante con ambiente auténticamente de montaña, algo que no ha cambiado en los 25 años y que sin duda es otra de las claves de su éxito. Aunque en los últimos tiempos se haya ampliado su terraza y añadido un punto de restauración rápida, con espectaculares bocadillos y pizzas al más puro estilo italiano, el interior conserva la estética del principio.

Al Refugio se accede en invierno esquiando desde la pista roja Cami dels Pessons, una pista que en sus primeros años no estaba equipada con cañones de nieve, lo que había provocado en algún invierno de escasas nevadas, problemas de acceso por falta de nieve al inicio de temporada.

En verano el restaurante de Pessons también abre, y se convierte en un lugar ideal para comer después de una excursión por sus lagos -hasta seis lagos componen la zona lacustre y un emblemático pico de Montmalús para los más atrevidos- de gran belleza del primero al último, también es posbible la práctica de la pesca. Por todo ello, la zona es un importante polo de atracción de excursionistas. Al refugio se accede en verano a pie desde el parking de Grau Roig subiendo por las pistas de esquí o gracias a un servicio de mini-bus.

La cocina comandada por su directora Teresa, es todo un placer para los sentidos, uno encuentra lo que se espera de un lugar como este, sin inventos, pero con una evolución paralela a la de los gustos de la clientela, eso si, siempre con la premisa de utilización de ingredientes de calidad. Para empezar recomendamos un trinxat a la andorrana, una espectacular sopa de Escudella o unos sabrosos huevos estrellados con jamón ibérico, siguiendo con una magnífica carne de ternera de Wagyu/Angus a la brasa, un arroz de montaña o el fantástico arroz con Bacalao sin olvidar la espaldita de cordero al estilo "Vallisoletano", todo ello regado con los mejores vinos. Dejaremos que vosotros descubráis los postres...

El interior con un estilo similar al de una borda tradicional, presenta un ambiente acogedor de madera y piedra. Aparte de sus fabulosos platos, el restaurante enamora por su entorno: situado a 2.350 metros de altitud, justo en la orilla de un lago natural rodeado por el circo de origen glaciar de Colells.

No debemos dejar de mencionar su magnífica terraza, con las mejores vistas de Grandvalira, donde se puede comer, degustar un buen vino blanco o una copa de champagne francés acompañado de unas ostras.

Sin olvidar las cenas nocturnas bajo petición especiales para grupos, una experiencia única tras el cierre de pistas en un emocionante paseo en ratrac... Donde la magia y la naturaleza se funden para crear un mundo de sensaciones únicas.

Uno de los espacios más singulares del dominio de Grandvalira, de visita imprescindible. Eso si, necesario reservar con tiempo.