La estación de esquí y montaña de Valdezcaray cierra oficialmente sus puertas tras una temporada inusualmente difícil que dejó a los amantes del esquí enfrentándose a condiciones meteorológicas adversas y escasez de nieve.

 

 

 

Desde su apertura el 12 de enero, Valdezcaray atrajo a más de 28,200 visitantes, con un aumento significativo en marzo, donde más de 19,000 personas buscaron disfrutar de las pistas.

 

Sin embargo, la mayoría de los días en funcionamiento -29 en total- se vieron limitados a la pista de principiantes debido a las condiciones desfavorables.

 

La falta de frío y nieve hasta mediados de enero, así como la presencia constante de fuertes vientos y lluvias en otras ocasiones, impidieron que la estación operara en su plena capacidad.

 

 

 

 

Carlos Pérez, gerente de la estación, describe la temporada como "la peor campaña que se recuerda", atribuyendo las dificultades a las condiciones extremas compartidas por muchas estaciones de esquí en toda España.

 

A pesar de ello, Pérez destacó el impacto positivo de la tecnología de cañones de última generación, que ayudaron a mejorar la calidad de la temporada incluso en circunstancias desfavorables.

 

 

La desestacionalización emerge como un objetivo clave para el futuro de Valdezcaray, con la intención de atraer a una audiencia más amplia interesada en actividades más allá del esquí tradicional.

 

A pesar de las esperanzas de abrir durante la Semana Santa para el turismo, el tiempo impidió esta posibilidad.

 

Con el cierre de la temporada, la estación de esquí de Valdezcaray aguarda con optimismo la próxima temporada, esperando un clima más favorable y oportunidades renovadas para los entusiastas del esquí y las actividades al aire libre.