Cada octubre, ya son ocho años consecutivos, me encuentro en la situación de enfrentar la difícil tarea de hacer predicciones que parecen casi imposibles, con el objetivo de intentar adivinar cómo será la temporada que se avecina.
En este momento, quiero expresar mi escepticismo hacia estas predicciones a largo plazo, que van más allá de los próximos cinco días. Dicho esto, ¿qué nos deparará el próximo invierno?
Efectos de El Niño a nivel mundial. Fuente: mapa de NOAA
Un poderoso El Niño marcará el invierno
Este año, el fenómeno de El Niño está haciendo un regreso poderoso en el panorama meteorológico global, después de una larga dominación de La Niña. El nombre "El Niño" proviene de su descubrimiento en el siglo XIX durante la temporada navideña, ya que se caracterizaba por el calentamiento del agua y la disminución de la pesca en las costas peruanas, específicamente en el océano Pacífico de Perú y Ecuador.
Este ciclo de El Niño se ha vuelto a iniciar, lo que probablemente provocará en las zonas comentadas anteriormente, lluvias torrenciales, fuertes vientos y un aumento en la actividad de huracanes. Además, el fenómeno de El Niño que estamos experimentando en 2023 parece ser particularmente intenso, a menudo llamado coloquialmente "superniño".
Según publica el boletín de la NOAA este mes de octubre, El Niño (ENSO positivo) persistirá en el invierno del hemisferio norte 2023-24, y posiblemente, aunque se irá debilitando, seguirá hasta verano de 2024. Fuente NOAA
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió una advertencia global el 30 de septiembre, confirmando que El Niño ya ha comenzado y tendrá un impacto en todo el mundo.
Indirectamente, El Niño también tendrá repercusiones en la península Ibérica. Según AEMET, se esperan numerosas tormentas y temperaturas por encima de lo habitual, acompañadas de interacciones tropicales y subtropicales.
Fenómeno ENSO: Esquema de la circulación oceánica y atmosférica en condiciones de El Niño y La Niña Fuente NOAA
El volcán Tonga le puede jugar una mala pasada a los esquiadores
Además, me gustaría abordar un tema del que se habla poco, pero que tiene un impacto potencialmente significativo.
Cuando el volcán submarino
Hunga Tonga-Hunga Ha'apai entró en erupción en enero de 2022, su influencia fue inmediata y se sintió en todo el mundo. La erupción generó ondas de gravedad atmosférica que se propagaron alrededor del planeta en cuatro ocasiones y lanzó escombros a altitudes superiores a los 50 kilómetros en la atmósfera. Sin embargo, las consecuencias de este evento no se limitaron a ese momento puntual.
Este suceso se ha convertido en un desafío sin precedentes para la comunidad científica, ya que, según investigaciones, sus efectos podrían incidir en el clima global durante los cinco años posteriores a la erupción, con posibles repercusiones en la capa de ozono. Se estima que se introdujeron aproximadamente 146,000 millones de litros de agua en la estratosfera, lo que representa cerca del 10% del volumen total de agua en esta capa o equivalente al contenido de 58,000 piscinas olímpicas.
Imagen de satélite de la erupción del Hunga Tonga-Hunga Ha'apai. Fuente gobierno de Tonga
El incremento en la cantidad de vapor de agua en la atmósfera plantea preocupaciones relacionadas con el efecto invernadero, dado que el agua tiene la capacidad de absorber energía solar en lugar de reflejarla. En contraste con el dióxido de azufre, que se disipa en un corto período de tiempo, el agua podría permanecer presente durante más de cinco años, lo que podría acelerar el calentamiento causado por los gases de efecto invernadero.
Sin embargo, es importante destacar que estos efectos requieren un período de tiempo considerable para su estudio y documentación, lo que significa que aún no existe un consenso completo en la comunidad científica acerca de las consecuencias a largo plazo de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai. Este volcán submarino sigue asombrando a los científicos con su magnitud y los datos sin precedentes que ofrece.
Veamos los modelos de largo plazo o estacionales
Con estos fenómenos en mente, ahora procederemos a analizar lo que indican los modelos meteorológicos de largo plazo o estacionales para el próximo invierno. Tenemos que verlos más como tendencias que como pronósticos precisos, pues a largo plazo es casi imposible precisar. Por mucho que hayan avanzado las capacidades de computación de los ordenadores que manejan los modelos.
Nos fijaremos en dos modelos a largo plazo, de un lado el americano de la NOAA y por otro el centroeuropeo ECMWF
DICIEMBRE
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media histórica para el mes de diciembre según la NOAA.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media del periodo para el mes de diciembre según la NOAA.
El modelo de la NOAA para diciembre, tanto en precipitaciones como en temperaturas, no es demasiado halagüeño. Viendo los dos mapas podemos esperar que las precipitaciones sean menores de la media en los Pirineos y Sierra Nevada, así como en la vertiente sur de los Alpes, la costa atlántica de la Península con precipitaciones iguales o superiores a la media. Por lo que respecta a las temperaturas, estas estarán bastante por encima de lo normal en toda Europa según indica el modelo americano.
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media para el mes de diciembre según el modelo europeo ECMWF. El mapa indica un régimen de precipitaciones normales en las zonas montañosas durante diciembre.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media histórica del periodo para el mes de diciembre según el modelo europeo ECMWF.
El modelo europeo ECMWF prevé para diciembre precipitaciones en la media histórica que tocaría para un diciembre en toda Península y temperaturas más cálidas de lo normal, en este caso a diferencia del americano, los valores más cálidos estarían en la costa atlántica de la Península.
ENERO
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media histórica para el mes de enero según la NOAA.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media del periodo para el mes de enero según la NOAA.
Si observamos los datos del modelo americano NOAA para enero, la situación que marcan es una marcada falta de precipitaciones en la Península con valores muy por debajo de la media. Por lo tanto, poca nieve esperemos según este modelo. Por contra, en los Alpes la nieve sería muy abundante, aunque posiblemente en cotas más altas de lo deseado. Temperaturas ligeramente más cálidas de lo normal en buena parte de la Península y bastante cálidas en Europa.
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media histórica para el mes de enero según el modelo europeo ECMWF.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media histórica del periodo para el mes de enero según el modelo europeo ECMWF.
El reconocido modelo europeo, ECMWF, es más optimista que el americano y prevé un mes de enero donde la situación por lo que respecta a las precipitaciones sería de cantidades normales, es decir en la media histórica del mes, sin déficit de precipitación, incluso por encima de la media en Sierra Nevada. Las temperaturas en enero según el modelo estacional europeo estarían por encima de la media, sobre todo en el norte de la Península y parte de Europa occidental.
FEBRERO
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media para el mes de febrero según la NOAA.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media histórica del periodo para el mes de febrero según la NOAA.
La NOAA prevé en sus mapas de largo plazo para febrero de 2024, precipitaciones abundantes en los Alpes con nevadas intensas en cotas medias y altas. En los Pirineos mirando estos mapas, podríamos esperar nevadas ligeramente inferiores a la media. En Sierra Nevada el modelo no prevé mucha precipitación. Respecto a las temperaturas, la NOAA prevé temperaturas ligeramente por encima de la media histórica en España y altas en los Alpes respecto a lo normal para el mes.
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media para el mes de febrero según el modelo europeo ECMWF.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media histórica del periodo para el mes de febrero según el modelo europeo ECMWF.
Los mapas de largo plazo para febrero del modelo europeo prevén precipitaciones en la media o más abundantes de lo normal en la Península. Siendo muy abundantes en los Alpes. Las temperaturas según el europeo, serían ligeramente más cálidas, sin excesos.
MARZO
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media para el mes de marzo según la NOAA.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media histórica del periodo para el mes de marzo según la NOAA.
Según las predicciones del modelo de largo plazo de la NOAA para marzo, las precipitaciones serían las normales o incluso superiores a la media en la Península y muy abundantes de nuevo en los Alpes. Las temperaturas más cálidas de lo normal en la Península, sobre todo en la fachada mediterránea. En los Alpes bastante cálidas, lo que de cumplirse no permitirá nevadas en cotas bajas en los países alpinos. Al menos así lo vislumbra el modelo, aunque reiteramos que es una previsión a muy largo plazo
Mapa de anomalías de precipitaciones respecto a la media para el mes de marzo según el modelo europeo ECMWF.
Mapa de anomalías de temperaturas respecto a la media histórica del periodo para el mes de marzo según el modelo europeo ECMWF
El europeo ECMWF también prevé en sus modelos estacionales de largo plazo, precipitaciones en la media o por encima de lo normal durante el mes de marzo en general. Las temperaturas han de continuar siendo de nuevo algo más altas de lo habitual. Es a muchas semanas vista y se acerca ya la primavera. Hay que cogerlo con pinzas.
Los modelos marcan en general, un invierno de precipitaciones y temperaturas por encima de lo normal
Así, en resumen, al analizar las tendencias de los modelos en su conjunto, podemos prever que las precipitaciones en la Península Ibérica estén dentro de lo normal o incluso un poco por encima, pero con temperaturas más elevadas de lo habitual. Esto implicará que las cotas de nieve sean más altas de lo esperado, lo que podría generar desafíos en algunas estaciones de esquí durante el invierno.
En términos generales, tanto el ECMWF como la NOAA coinciden en que se anticipa una circulación de borrascas en el Atlántico Norte más baja de lo común. Esto podría beneficiar a regiones como Canarias y las zonas cercanas al Atlántico y al mar Cantábrico en la península Ibérica, incluyendo gran parte del norte, sur y centro peninsulares. Es importante tener en cuenta que estas previsiones no garantizan necesariamente un invierno húmedo en la región mediterránea, aunque sigue siendo una posibilidad que no se puede descartar.
Podríamos tener una configuración de NAO – Durante esta fase tanto la alta presión subtropical como la baja presión de Islandia están debilitadas de forma que el gradiente de presión es pequeño por lo que las borrascas invernales que siguen una trayectoria oeste a este son más débiles o bien circulan más al sur de lo habitual lo que puede favorecer a la península Ibérica. Sobre todo, a la parte oeste. La foto es del blog de AEMET, y pulsa en este enlace para saber más de la NAO y el AO.
Los modelos del ECMWF indican anomalías de presión negativas en el Atlántico Norte cerca de la Península Ibérica y Canarias, junto con anomalías positivas en áreas cercanas a Groenlandia e Islandia. Esto constituye un patrón favorable para la llegada de lluvias a España.
El modelo de la NOAA también brinda un pronóstico optimista que coincide con estas tendencias. Además, las anomalías de temperatura en superficie sugieren temperaturas por encima de la media en todos los casos.
Conclusiones
En síntesis, las previsiones estacionales apuntan a la posibilidad de un invierno húmedo en España, lo que podría ofrecer un respiro ante la sequía. Sin embargo, para los amantes de los deportes de invierno, la situación podría no ser tan favorable, ya que las cotas de nieve estarían más altas de lo habitual y podríamos enfrentar situaciones de lluvia en las estaciones de esquí.
En Estados Unidos y Canadá, después del invierno épico o de récord de nieve vivido la temporada pasada, las previsiones son más alentadoras, ya que se espera un invierno más húmedo y frío de lo normal. Esto podría propiciar importantes acumulaciones de nieve natural en las pistas de esquí y brindar una temporada de esquí de alta calidad.
Mi opinión
Por lo que en mi opinión, podemos anticipar un invierno con nevadas, aunque con cotas de nieve más elevadas. Es importante destacar que la influencia excepcional de El Niño, junto con el aumento de la temperatura debido a las emisiones de vapor de agua del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, podrían dar lugar a un invierno suave, con la posibilidad de nevadas, que ocasionalmente serían en cotas muy altas, lo que podría afectar a las estaciones de esquí en momentos puntuales.
Esta previsión se ha elaborado el 20 de octubre de 2023
Josep Tomàs
*Las previsiones estacionales y largo plazo, así como los pronósticos descritos aquí por el meteorólogo tienen una fiabilidad limitada, hay que tomarlo como lo que son, pronósticos.
Relacionado:
Grandvalira ha recibido este invierno 22-23 un 42 % menos de nieve de su promedio
Análisis de las predicciones estacionales: Norteamérica (ENSO) versus Europa (NAO)