El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha tenido que salir al paso este viernes de las críticas de sus socios de coalición, Podemos y CHA (Chunta Aragonesista), y ha garantizado la ejecución de los trabajos de ampliación de la estación del grupo Aramón por el valle de Castanesa.

 

Las máquinas han vuelto al collado de Basibé para reanudar las obras de Cerler hacia el valle de Castanesa (Montanuy) que empezaron en septiembre del año pasado. Aramón, empresa participada al 50% por el Gobierno de Aragón e Ibercaja, ya anunció en junio que mantenía los planes de inversión en los complejos invernales del Pirineo aragonés bajo su gestión.

 

 

La línea oficial del Ejecutivo autonómico sigue siendo el apoyo al proyecto y Lambán consideró que es "medioambientalmente impecable" y que "va a reforzar la competitividad" del sector de la nieve, uno de los motores turísticos de Aragón.

 

 

Las obras iniciadas ahora se centrarán en finalizar la adecuación de las vías de servicio que comenzaron a abrirse el año pasado para la instalación de un nuevo remonte y en la adecuación de las pistas que partirán desde el collado de Basibé.

 

 

Aramón prevé una inversión de 40 millones de euros para esta ampliación, con cuatro remontes, una carretera de 7 kilómetros hasta el frente de nieve y un aparcamiento.

 

Estas infraestructuras permitirán aumentar la superficie esquiable de 77 a 105 o 110 kilómetros. Según la empresa de la nieve, "proporcionará al valle un nuevo atractivo turístico compatible con la ganadería", un proyecto que abre posibilidades de futuro en la zona de Montanuy.

 

A grandes rasgos, se prevén cuatro partes: la mejora de la carretera Benasque-Cerler Molino y Cerler Molino-Ampriu y ampliación de la zona de parking y servicios del Ampriu; la innivación de la parte alta de la pista azul de Basibé y la apertura de una nueva pista roja variante de la azul de Basibé; la conexión con el pico Castanesa y Ardonés -con un nuevo telesilla desembragable de 6 plazas- y la ordenación del sector Pico Castanesa-Ardonés

 

El primer remonte que se pondrá en marcha arrancará desde el collado de Basibé, a 2.380 metros de altitud, donde está la última pilona de Cerler. Otros tres telesillas permitirán llegar hasta el frente de nieve del valle de Castanesa, a 1.700 metros, donde habrá un aparcamiento. Los esquiadores llegarán hasta aquí mediante una carretera de 7 kilómetros desde el pueblo de Fonchanina.

 

La reanudación de las obras es importante porque cuentan con la declaración de impacto ambiental en vigor hasta el 11 de diciembre de 2020.

 

La recién creada asociación 'Queremos un futuro para el valle de Castanesa', constituida por vecinos para apoyar al grupo Aramón y al Ejecutivo autonómico "en su apuesta por continuar las obras de conexión con Cerler", señalan que "es vital y necesario para el futuro de nuestros pueblos".

 

Lo mismo que la alcaldesa de Montanuy, Esther Cereza, convencida que "un nuevo acceso a Cerler por el Valle de Castanesa es la única solución, ya que generará actividad todo el año y propiciará agroindustria, servicios…"