Tras la ampliación, la estación posee 7.957 acres (32 km2) o 8.464 acres (34 km2) contando la parte dedicada al backcountry. De hecho, esta expansión es la más grande realizada de una vez en la historia de Norteamérica.

Se han añadido 2 nuevos remontes: el “Village Lift” y el “Mary's Lift”, aunque su construcción no se completará hasta mediados de diciembre. Como punto fuerte, el resort ha decidido limitar el número de forfaits tanto diarios como de temporada para ser la estación con menor densidad de todos los grandes resorts de Norteamérica. Sólo 1.000 pases de temporada y 2.000 pases diarios. Lo que significa una densidad de visitantes de alrededor del 10% de lo que se suele ver en estaciones de este tamaño.

Por si fuera poco, se está creando un pueblo al estilo más europeo, modelado tomando como ejemplo el famoso pueblo Wengen en la región suiza de Jungfrau. Este nuevo pueblo tendrá un tamaño comparable con el centro de Aspen o Telluride. En este pueblo se ofrecerán además toda clase de actividades que harán las delicias de todos los visitantes.

Todo este proyecto parece haberse iniciado allá por el 2011 de la mano de Greg Mauro, un enamorado de Powder Mountain que con el tiempo se ha convertido en miembro de la empresa. Él junto con otros compañeros se propusieron hacer algo grande pero sin la masificación que se “sufre” en otras grandes estaciones del mundo.

Este grupo, llamado Summit Powder Mountains, compró este resort con ayuda de una campaña de recolección de fondos. Gracias a que la estación no pertenece a una gran empresa es capaz de rechazar las fórmulas convencionales de desarrollo de este tipo de negocios.

En contra de lo que se pueda pensar tras esta noticia, los precios se mantienen dentro de la lógica. El pase diario cuesta 79$.

Powder Mountain depende exclusivamente de la madre naturaleza, así que su apertura de este año será cuando la dicha se lo permita.
 

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