Es el próximo paso en su transformación hacia la sostenibilidad para conseguir un impacto climático neto cero.

 

El motor eléctrico existe desde hace muchas décadas, pero no ha sido hasta hace poco que se empiezan a ver vehículos comerciales disponibles para el público, con lo que la llegada a los modelos dedicados a los trabajos en las estaciones o el ocio en la nieve no es precisamente muy veloz.

 

 

De hecho, las primeras motos de nieve totalmente eléctricas que se pondrán a la venta comenzaron a montarse el pasado mes de marzo en Montreal (Canadá) -de la marca Taiga- y se introdujeron los primeros dispositivos en la estación de Sälen. Si bien había intención de sacarlos a la venta en 2019-2020, con la pandemia todo se ha retrasado.

 

 

Con suerte, Taos está estableciendo el nuevo estándar de normalidad para todas las demás estaciones de esquí de América del Norte.

 

Un gran porcentaje de las emisiones de carbono de un centro turístico viene dado por sus actividades de limpieza y mantenimiento de pistas. Si todas las estaciones de esquí invirtieran en esta nueva tecnología, habría una disminución importante de las emisiones de carbono.

 

 

 

Las motos de nieve eléctricas para el uso recreativo también están comenzando a generar bastante revuelo. Es un mercado joven, sin mucha historia, y algunas marcas están empezando a ver el potencial del mercado.

 

Los motores eléctricos pueden ser mejores para el medio ambiente en general, pero no son del todo inmunes desde una perspectiva ecológica.

 

¿Son un futuro real en el sector de la nieve? Está por ver.