Decía Lindsey Vonn tras darse "unas vueltecitas" en un monoplaza de la Fórmula Renault el pasado junio que, una vez que dejara la alta competición (la fecha la ha puesto para 2019), quería vérselas con los hombres en Lake Louise, deportivamente hablando, claro. 

 

La Reina de la Velocidad (Speed Queen) quiere competir contra un equipo masculino de esquí alpino en un descenso y ya advirtió:  "Ellos (los hombres) siempre serán más fuertes que las mujeres, pero si una mujer está lo suficientemente en forma..."

 

 

Para ir haciendo boca y que se vayan enterando de con quién se van a jugar, La Vonn ya entrena con algunos de los miembros que forman los equipos masculinos estadounidense y noruego, entre los que se encuentra el mismísimo Ted Ligety, en Portillo, las estación de los Andes de Chile, en el que es un primer encuentro cara a cara con la setenta y seis veces vencedora de una prueba de Copa del Mundo. 

 

Muchos pensarán que no le sobrarán pretendientes para la ocasión, pero me da a mi que lo van a tener claro: a los chicos les va a "costar un congo" ganar a la norteamericana. No es que no crea que Lindsey pueda ganarlos, es que no estoy tan seguro de que haya algún voluntario que se atreva a intentarlo. 

 

 

La corredora norteamericana, estrella mediática de los deportes de invierno a la que muchos tachan de cierta frivolidad, no da puntada sin hilo, el fin está en promocionar de esta la Fundación Lindsey Vonn, una plataforma desde la que impulsar el deporte entre las mujeres y crear para las futuras atletas las condiciones necesarias para estudiar, entrenar y crecer como personas.