La primera experiencia de snowfarming (nieve cultivada) en la estación de Candanchú se puede calificar de éxito. Del total de 12.000 m3 de nieve cubierta con paja para preservarla del calor a finales de la temporada pasada, se ha podido recuperar el 55%, que ya se ha empezado a desenterrar y esparcir de nuevo sobre las pistas.

El proceso de recuperación de la nieve almacenada en primavera, que las ratracks amontonaron en grandes pilas de hasta 8 metros de altura en la zona de Pista Grande, cerca del aparcamiento, culminará esta misma semana. Si bien cuando inició la operación Candanchú calculó que con el snowfarming podía llegar a conservar entorno al 75% de la cantidad guardada, finalmente ha sido poco más de la mitad.

Abraham Bartolomé, director técnico de la estación de esquí, en declaraciones al Heraldo de Aragón explica: "hemos podido mantener el manto acumulado de la temporada pasada durante todo el verano y conservar el 55% de nieve utilizable". Además, añade a este diario, el aislante empleado para conservarla servirá para regenerar el manto vegetal.

Candanchú es pionera en España en la técnica del snowfarming, que consiste en reunir grandes pilas de nieve durante el invierno, y taparlas luego durante el verano con lonas fabricadas con telas especiales que repelen el calor, aunque el serrín y la paja también da buenos resultados.

La ciudad rusa de Sochi ya almacenó parte de la nieve que cayó en el invierno de 2013 para asegurarse algunas instalaciones en los Juegos Olímpicos de 2014; y Finlandia acumuló 15.000 metros cúbicos de nieve para garantizar un mínimo de 5 kilómetros en una prueba de esquí de fondo. En Davos (Suiza), esta técnica la llevan poniendo en práctica desde 2008, al igual que en la estación francesa de La Clusaz, Kitzbühel en Austria (3 años consecutivos), la sueca de Ulricehamm u Otepaa (Estonia), que han conservado 6.000, 13.000 y 10.000 m3 respectivamente.

Como ha sucedido en Candanchú, parte de la nieve se derrite, pero sólo un 20-30%. La otra ventaja es que la densidad de la nieve que queda es muy elevada, más que la de cañón, por lo que ha demostrado un buen aguante al extenderla sobre pistas.

Antes que Candanchú, ya hubo una propuesta para ensayar el snow-farming en las estaciones leonesas de San Isidro y Leitariegos (enero del 2017), aunque no llegó a materializarse.

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