Las estaciones catalanas consiguen "salvar" la temporada de esquí a pesar del cierre prematuro
Foto: Masella
Dom, 12/04/2020 - 13:39
El COVID-19 no debe afectar demasiado las cuentas de resultados que se han podido saldar sin ERTES, aunque no será de récord como se preveía.
Las estaciones de esquí catalanas han “salvado” la temporada a pesar del cierre anticipado a causa de la crisis del COVID-19, según publican distintos medios generalistas citando a la agencia de noticias EFE.
A falta de un balance definitivo y aún sin cifras, los centros de esquí de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) -La Molina, Vall de Núria, Vallter 2000, Espot, Port Ainé y Tavascan-, Boí Taüll - también en manos de la Generalitat a través de Actius de Muntanya y Avançsa- y las privadas de Masella, Baqueira y Port del Comte, presentarán unos números de días de esquí vendidos muy parecidos al de otros “buenos” inviernos. Todo ello, gracias a que la meteorología ha acompañado y a que las medidas contra la pandemia se declararon a mediados de marzo.
Foto: FGC
El primer caso positivo de Cataluña se conoció el 26 de febrero y, a esas alturas, las diferentes instalaciones habían superado dos de sus tres grandes picos en cuanto a visitantes, como son el puente de la Constitución y la Navidad.
En ambas fechas, la meteorología había jugado a favor y también el resto de la temporada, beneficiada además por el paso del temporal Gloria, que dejó unos espesores de nieve que atrajeron a esquiadores fuera de esos periodos vacacionales.
La temporada, como reconocía antes de la pandemia el presidente de FGC, Ricard Font, tenía visos de alcanzar récord de visitantes a la espera de conocer cómo funcionaba la Semana Santa.
Esta última gran cita se ha visto cancelada, ya que las estaciones tuvieron que cerrar puertas el 14 de marzo para seguir las medidas impuestas por las autoridades.
Foto: Port del Comte.
La bonanza que ha acompañado toda la campaña, sin embargo, hace que, desde las diferentes instalaciones, se le dé un aprobado alto a pesar del final precipitado, ya que algunas instalaciones como Masella, que abrió el 13 de noviembre, sumaban cuatro meses de actividad en el momento de la clausura obligada.
Pendientes del cierre del balance de todo el ejercicio, que se producirá a finales de abril, los diferentes portavoces de las estaciones han explicado a EFE que la llegada de la pandemia en el último momento ha permitido esquivar la aplicación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya ha evitado el ERTE, como también lo han hecho Masella, Baqueira y Port del Comte.
Los contratos prácticamente habían finalizado y se han mantenido en muchos casos para llevar a cabo las tareas de desmontaje habituales de cierre de temporada, según informa el gerente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Montaña (ACEM), Quim Alsina.
Foto: Baqueira Beret.
Alsina ejercerá desde este momento de portavoz de los dominios de esquí catalanes, que han optado por hacer frente común ante las dificultades que dibujan algunos de los escenarios con los que trabajan para la temporada 2020-21.
La aplicación futura de un ERTE cuando llegue el próximo invierno está sobre la mesa en alguna de esas predicciones que, hoy en día, parecen de ciencia ficción, pero con las que ACEM debe trabajar para evitar improvisaciones en caso de que se cumplan.
Quizá el coronavirus tenga cura por entonces o quizá, algo que parece improbable, se haya desarrollado una vacuna, pero también puede suceder que el descenso de temperaturas avive su afectación o que se impongan medidas de distanciamiento social que repercutan en la capacidad de facturación de las instalaciones.
En todo caso, la temporada actual se da por salvada, aunque se lamenta que, en el último momento, se haya alejado un récord que estaba al alcance de las estaciones.
Fuente:
Agencia EFE
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