Este incidente ha añadido tensión a una situación ya de por sí complicada, después de la cancelación de las carreras de velocidad de la Copa del Mundo en el calendario de la FIS para la temporada 24-25.

 

 

 

Esta decisión fue tomada a pesar de un contrato vigente, debido a que en los dos últimos inviernos no se pudo celebrar ninguna carrera programada.

 

Franz Julen, director del Comité Organizador de Zermatt, expresó su resignación ante la decisión, que debía ser acatada.

 

Posteriormente, los ferrocarriles de montaña de Zermatt informaron que los entrenamientos para deportistas de élite de todos los deportes de nieve estarían suspendidos durante el verano.

 

 

La Federación Croata de Esquí se ha visto directamente afectada por estas restricciones. Solicitaron una pista de entrenamiento para sus esquiadores júnior, pero una inspección reveló que entre los "jóvenes" había atletas que ya compiten en la Copa de Europa, lo que les da estatus de élite.

 

 

 

 

El especialista italiano en descenso, Mattia Casse, demostró que, a pesar de todo, todavía es posible colarse y esquiar en el glaciar Théodule. Casse, quien compró un forfait normal, esquió libremente en la pista abierta para el uso turístico. "Otros corredores profesionales también pueden hacer esto, pero nos aseguramos de que ningún atleta de élite entre en una pista de entrenamiento", explicó Hasler.

 

 

Sin embargo, la postura de Zermatt-Cervinia es firme: hasta que no se presenten un nuevo calendario en marzo de 2025, los equipos de élite seguirán sin acceso a las pistas de entrenamiento.