Esta inversión se integra en el plan de viabilidad al que se comprometió Actius de Muntanya, la sociedad a través de la cual Avançsa rescató en diciembre de 2014 a la estación de esquí. Los 1,1 millones se destinarán a la mejora y adecuación de los equipos de la estación, como mejoras remontes, maquinaria de pistas, vehículos de nieve y cañones para producir nieve de forma artificial. 

 

El gobierno catalán defiende que el objetivo de la compra de la estación de esquí y de las posteriores inversiones por parte de la administración no es otro que el de garantizar que Boí Taüll se mantenga como el principal motor económico de la comarca de la Alta Ribagorça. 

 

Recordemos que pese a asumir la propiedad de la estación de esquí y montaña, el gobierno catalán decidió que los antiguos dueños de la estación, el grupo Nozar, mantuvieran la gestión de Boí Taüll a través de un contrato de alquiler a cinco años. 

 

El complejo ribagorzano acumula una facturación durante el 2015 un 17,8% superior a la del año pasado, y ha cerrado la temporada de verano con casi un 42% más de ocupación respecto a la del 2014. El buen ritmo con que avanzan las reservas con grupos escolares y touroperadores indican que las perspectivas de ocupación para la temporada de invierno son positivas. Según informó la misma Generalitat.