No había ocurrido nunca, pero siempre hay una primera vez. Un pequeño avión turístico aterrizó este martes por la mañana a 4.450 metros de altitud en el Mont Blanc para que dos de sus pasajeros pudieran conquistar la cima del pico más alto de Europa Occidental.

El avión aterrizó el martes a 4.450 metros de altitud, en la pendiente norte/noreste del Mont Blanc

Los dos alpinistas suizos habían salido del avión y se dirigían a la cumbre cuando un helicóptero de la gendarmería de alta montaña (PGHM) de Chamonix les interceptó y les obligó a regresar. 

Se trata de una práctica prohibida y peligrosa que constituye un delito que, por inaudito, es tan raro como difuso en términos de legislación, ya que afecta tanto al "código del medio ambiente como a las reglas de la aviación civil".

El alcalde de Chamonix, Eric Fournier, explica en la página de Facebook del Ayuntamiento que "este comportamiento sin precedentes es netamente inaceptable: es una consecución intolerable en el entorno de montaña alta y todas las medidas de protección existentes. Saludo a la intervención del PGHM que servirá, espero, para disuadir a cualquiera de reproducir este tipo de provocación".

Stéphane Bozon, teniente coronel de la PGHM, narra en el diario Le Dauphiné Libéré que "el motor estaba apagado y dos personas subían al Mont Blanc en técnica alpina. Cuando vieron nuestro helicóptero, regresaron a su avión”.

Foto archivo Lugares de Nieve. Jungfrau, verano 2015.

El Coronel Bozon asegura que nunca vio aterrizar un avión en este lugar con "alguien saliendo con cuerdas, crampones y piolets para hacer una cumbre" 

Los dos turistas, que han sido puestos en libertad, podrían ser procesados ​​por incumplimiento del código de aviación civil y el código de medio ambiente.