Así ha crecido el bosque en La Molina en los últimos 25 años
Una imagen del sector Torrent Negre de La Molina del año 1993 (Foto: La Molina).
Así ha crecido el bosque de pino negro del sector Torrent Negre de la estación de La Molina. Las dos imágenes han sido capturadas en el tiempo con 25 años de diferencia.
El bosque de Torrent Negre de La Molina en una imagen de 2017 (Foto: La Molina).
El bosque de Torrent Negre de La Molina en una imagen de 1993 (Foto: Ivan Sanz).
Durante el invierno pasado, con motivo del 75 aniversario de La Molina, pudimos ver muchas fotografías de la evolución de la estación en esos años. Una de las imágenes que nos despertó más curiosidad fue la fotografía del bosque de Torrent Negre de La Molina. Fue capturada en el año en que se inauguró el telesilla del mismo nombre en el sector, instalado en la temporada 1992-93.
La imagen en cuestión, y contrastada con una imagen actual, puso al descubierto que lo que entonces eran unas pocas manchas de bosque de pino negro (Pinus uncinata), hoy es ya un verdadero bosque por su apreciable extensión. La estación de esquí no sólo no ha supuesto la desaparición de la masa forestal consecuencia de la humanización y mecanización, sino que el efecto ha sido el contrario.
Pero ojo, la realidad queda algo alejada de este mensaje idílico, ya que este bosque de pino negro que crece por el lado derecho del trazado del telesilla es consecuencia de una acción de repoblación forestal planificada a inicios de la década de los 90 del siglo pasado.
Si nos fijamos con detalle en las imágenes del bosque en las fotografías recientes, se puede observar la diferencia que hay entre lo que eran los pinos que ya había en la zona en 1993 y su crecimiento en el actualidad. Y vaya cómo han crecido en altura, aunque también se percibe como la masa forestal plantada en ese mismo año todavía hoy se puede diferenciar perfectamente de su entorno por tamaño, por anchura y por la homogeneización que dejan entrever los árboles en su proceso de crecimiento.
El bosque de Torrent Negre de La Molina en una imagen de 2017 (Foto: Ivan Sanz).
También es curioso comprobar, aunque en este caso no podemos aportar imágenes de hace treinta años, como los mismos árboles plantados en los inicios de los 90 han podido crecer bastante bien en la cota 1.900 y como su crecimiento en altura y extensión es muy menor a la llegada (retorno) del telesilla, en la cota 2.300.
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