El conocido “Aragón Ski Circus”, o lo que es lo mismo, la unión de las estaciones de esquí de Formigal, Astún y Candanchú, vuelve a estar en el candelero de la actividad parlamentaria del Gobierno aragonés. 

 

El último movimiento político en la cámara autonómica ha arrancado el compromiso de continuar apostando por el proyecto de unión de estaciones de esquí del valle del Aragón y del valle de Tena y redactar un plan estratégico y de competitividad del sector de la nieve, tanto en su apartado alpino, como en el esquí de fondo y del resto de actividades.

 

Este documento analizará las inversiones de modernización necesarias, las ampliaciones de los dominios esquiables, la calidad del servicio y la promoción y debe redactarse en coordinación con el tejido social y económico del territorio e impulsando inmediatamente para la temporada 2018 y 2019 la unión de la gestión de las estaciones, la promoción y la comercialización conjunta.

 

 

El objetivo es recuperar la inversión durante los próximos años para que las estaciones invernales aragonesas aumenten su competitividad en el mercado del turismo de nieve.

 

¿Quiere ésto decir que se retomará el servicio de autobús que unía Astún y Candanchú y que financiaba el Gobierno? No lo sabemos, sólo el tiempo lo dirá.

 

La Comisión de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda de las Cortes de Aragón también se ha mostrado favorable a intensificar los contactos con las autoridades francesas para avanzar en la conexión de los dominios esquiables de Piau Engaly y la boca norte del túnel Bielsa-Aragnouet, que aún se encuentran en un periodo muy incipiente de tramitación administrativa y a años vista de cualquier inversión.