El incendio forestal de Caldor, en el condado de El Dorado (California), ha quemado ya 56.000 hectáreas desde que comenzó el 14 de agosto y es uno de los más grandes en los EE. UU.

 

El fuego solo está contenido en un 12% del territorio y las autoridades han agregado nuevas órdenes de evacuación a medida que avanza el incendio.

 

Las estaciones de esquí Sierra-at-Tahoe y Kirkwood Mountain Resort se encuentran a solo un par de millas del fuego activo y el fuego amenaza con avanzar en la cuenca de Lake Tahoe, lo que haría que miles de personas tuvieran que ser evacuadas.

 

Ahora, la protección de la cuenca del lago Tahoe se ha convertido en la principal prioridad de extinción de incendios de la nación a medida que el incendio de Caldor crece rápidamente.

 

 

Con más de 3,200 bomberos trabajando para contener las llamas, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha solicitado una declaración presidencial de desastre mayor para ocho condados, incluidos algunos de los que rodean Lake Tahoe.

 

Si se aprueba, esta solicitud permitiría alimentos, vivienda y ayuda por desempleo para los 43,000 californianos bajo órdenes de evacuación, ninguna de las cuales afecta aún a la cuenca del lago Tahoe.

 

 

En toda la cuenca y extendiéndose a Reno, la calidad del aire causada por el humo de los incendios forestales ha obligado al cierre de escuelas, lo que ha afectado a más de 67.000 estudiantes.

 

Hasta ahora, las órdenes de evacuación se han limitado al área al este de Lake Tahoe. Sin embargo, las advertencias de evacuación voluntaria han comenzado a cubrir Christmas Valley, ubicado en las afueras de la cuenca del lago Tahoe.