La Covid-19 ha obligado a la Federación Internacional de Esquí (FIS) a adelantar una semana la prueba de Sölden una semana para evitar encontrarse con turistas que el fin de semana de Todos los Santos acude a la estación austriaca; a suspender la gira americana del circo blanco; a modificar el calendario a última hora y a celebrar las competiciones a puerta cerrada.

 

Foto crédito Ernst Lorenzi #SkiweltcupSölden 2020
 

La crisis del coronavirus ha trastocado los planes de toda la élite del esquí mundial: esquiadores, equipos, organizadores, estaciones, medios de comunicación y las marcas de esquís.

 

 

Si bien el glaciar estará cerrado al público y no habrá ningún acto paralelo, fiestas, conciertos en la zona de meta y demás eventos, como el sorteo de dorsales y la presentación de los esquiadores, los esquiadores sí que estarán en el portillón de salida.

 

 

Entre las mujeres, la italiana Federica Brignone quiere ganar en Austria para intentar quedarse con el gran globo. La gran ausente será su principal rival, Mikaela Shiffrin, que causa baja por una lesión en la espalda.

 

Sin la esquiadora norteamericana, la lucha por el podio debería estar entre la propia Brignone, la eslovaca Petra Vlhova, la francesa Tessa Worley, la italiana Marta Bassino y la joven neozelandesa Alice Robinson, que ya sorprendió a todo el mundo al ganar en este mismo escenario por delante de Shiffrin y Worley en 2019.

 

En categoría masculina, el año pasado fue el francés Alexis Pinturault quien se impuso en el gigante de Sölden y estuvo cerca del primer puesto de la clasificación general.

 

Campeón también en 2016, el esquiador de la Saboya será el líder del equipo francés. Frente a él, el especialista en gigante y tercero de la clasificación general, Henrik Kristoffersen, el actual poseedor del gran globo, Aleksander Aamodt Kilde, el croata Filip Zubcic o el austríaco Manuel Feller, entre otros.