La temporada 2019-20 terminó de forma precipitada y con la suspensión de las últimas pruebas del calendario, como las finales previstas para mediados de marzo en Cortina d’Ampezzo.

 

 

La pandemia del coronavirus ha echado al traste cualquier tipo de planificación, con lo cual no se sabe cómo podrán llegar los esquiadores al portillón de salida. Pero mucho más preocupante es que la Copa del Mundo de Esquí 2020-21 no pueda empezar normalmente en los días 24 y 25 de octubre en el glaciar Sölden (Austria).

 

 

Las dudas se acumulan: ¿Estarán abiertas las estaciones de esquí por esas fechas? ¿Con qué condiciones? ¿Podrán viajar y moverse libremente los equipos de todas partes del mundo? ¿Seguirán interesando las carreras de esquí al público, medios y patrocinadores?

 

 

En estos momentos, el calendario no se ha variado y la apertura de la Copa Mundial 2020-2021 todavía está programada para el 24 y 25 de octubre en Sölden. ¿Pero, estarán Alexis Pinturault, Aleksander Aamodt Kilde, Henrik Kristoffersen, Federica Brignone, Mikaela Shiffrin o Petra Vlhová…?¿Y así hasta llegar a los más de 300 esquiadores (masculinos y femeninos) que participan en alguna de las seis disciplinas alpinas de la Copa del Mundo?

 

Si bien diversas federaciones como la italiana, austriaca o francesa han anunciado la reanudación de los entrenamientos en el desconfinamiento, la mayor parte de los equipos todavía no tienen nada decidido y están a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

 

 

El presidente de la Federación Francesa de Esquí, Michel Vion, ha sido nombrado responsable del esquí alpino, y es a él a quien le atañe establecer contactos con los "directores de carrera" de la Copa del Mundo y el Consejo de la FIS, del cual es miembro.

 

Las reuniones técnicas en las diversas disciplinas deben realizarse por videoconferencia del 18 al 21 de mayo para debatir los distintos escenarios posibles. El 25 de mayo, el Consejo de la FIS tomará conocimiento de estos informes y comenzará a elaborar planes de acción que pueden cambiar según la evolución de la pandemia.

 

"Es muy probable que no se defina una medida específica y que no se apruebe ninguna variante del calendario", explica Sarah Lewis, Secretaria General de la FIS, al diario suizo Blick. "La FIS está trabajando en diferentes escenarios para el esquí alpino", añade el también ex-corredor Michel Vion y miembro de la Junta de la Asociación Francesa de Esquí. “Y nos adaptaremos a situaciones ... Y limitaciones”.

 

 

Una de las cuestiones a debate será la salud financiera de ciertos organizadores. "Es posible que algunos organizadores ya no sean capaces o sean reacios a arriesgarse a organizar eventos", dijo Sarah Lewis.

 

La cuestión de la circulación de atletas, supervisores, espectadores, medios de comunicación… También ya está claramente planteada: si los norteamericanos en particular no pueden llegar a Europa en octubre, será difícil organizar una Copa del Mundo.

 

 

Pero no será la FIS la que cancele primero una etapa de la Copa Mundial, sino los países y las autoridades sanitarias quienes deben dar luz verde o no, como fue el caso de las cancelaciones de las finales en Cortina, Are y Kranjska Gora.

 

Otra posibilidad en estudio es un circuito reducido en los países europeos del arco alpino y el escenario más extremo prevé que no haya posibilidades de organizar Copas del Mundo hasta diciembre, y entonces la FIS podría considerar un circuito de enero a marzo.

 

"Tenemos que asegurarnos de que el turismo comience de nuevo", señala el director del servicio de carreras Rainer Salzgeber, a Blick. “De lo contrario, será difícil vender las carreras de la Copa Mundial".