El esquiador Thomas Dressen ha ganado este sábado, de forma sorprendente, el descenso de Garmisch-Partenkirchen puntuable para la Copa del Mundo. En ausencia del austríaco Matthias Mayer, enfermo, que ganó la carrera en Kitzbühel, Dressen se convirtió en el primer alemán en 28 años en imponerse en la mitica  Kandahar.

 

Dressen consiguió su cuarta victoria en el circo blanco a los 26 años y en su localidad natal con un tiempo de 1:39.31. El último ganador alemán en la Copa del Mundo en Garmisch-Partenkirchen fue el dos veces campeón olímpico Markus Wasmeier en 1992.

 

"Realmente no sé si fue un placer, pero el ambiente en nuestra carrera en casa es increíble. Desde muy joven siempre fue un sueño para mí ganar en Garmisch.", dijo Dressen al término de la prueba.

 

Ni el favorito, el suizo Beat Feuz -sexto-, ni el prometedor austriaco Vincent Kriechmayr, pudieron superar el tiempo de Dressen y perdieron los centésimos cruciales poco antes de la línea de meta, que el público celebró con entusiasmo. Es la segunda victoria del esquiador alemán esta temporada después de ganar el descenso a finales de noviembre de 2019 en Lake Louise, Canadá.

 

 

En la pista de Kandahar, segundo fue el noruego Aleksander Aamodt Kilde (+0.16 segundos) por delante de Johan Clarey (+0.17 segundos) de Francia, que se colocó tercero.

 

Feuz amplía su ventaja al frente de la clasificación de descenso ante la ausencia de Paris y Mayer y ahora aventaja en 136 puntos al primero.

 

En la general de la Copa del Mundo sigue dominando el noruego Henrik Kristoffersen, aunque su compatriota Aleksander Aamodt Kilde le ha recortado 80 puntos, por su segundo puesto, y ahora está a solo a 61.

 

 

En la categoría femenina, se ha cancelado descenso programada para este sábado en la estación rusa de Rosa Khutor (Sochi), por una gran nevada. La Federación Rusa comunicó que "como hace un año, el clima hace imposible celebrar el descenso femenino en la estación Rosa Khutor. Ayer (viernes) cayó demasiada nieve -más de 40 cm- en el complejo de esquí y en las montañas".

 

Pese a que más de 200 personas trabajaron toda la noche para adecuar la pista del descenso, las condiciones han hecho imposible la celebración de la prueba, aunque la organización espera que el super-gigante previsto para el domingo sí puede disputarse si mejoran las condiciones meteorológicas.