En el primer slalom gigante de la temporada, en la pista 31 del glaciar de Rettenbach, más conocida como el "muro", la esquiadora kiwi se impuso nada más y nada menos que a la vigente campeona del mundo, la estadounidense Mikaela Shiffrin.

 

A sus 17 años, Alice Robinson ya apuntaba a convertirse en una de las estrellas del circo blanco, pero los resultados se han precipitado y su nombre ya está en boca de todo el circuito de esquí internacional.

 

 

La corredora de Vólkl fue segunda en el slalom gigante de las finales de la Copa del Mundo en Soldeu, Andorra, el pasado mes de marzo. Un mes antes, había conseguido el oro de slalom gigante en el Campeonato Mundial Juvenil celebrado en Val di Fassa, Italia. Pese a su corta edad, su currículum no acaba aquí: en Pyeongchang 2018 se convirtió en el neozelandés más joven en competir en los Juegos Olímpicos de Invierno.

Esta será su segunda temporada completa de la Copa del Mundo y, sin campeonatos mundiales ni juegos olímpicos de por medio, veremos hasta dónde puede llegar.

 

 

Alice Robinson nació 1 de diciembre de 2001 en Sydney (Australia) y es la segunda de tres hermanos hijos de Sarah y David Robinson. Sus padres se mudaron a Queenstown (Nueva Zelanda) cuando Alice tenía cuatro años y empezó a esquiar en Coronet Peak.

 

La suya no era una familia con tradición en el mundo de la nieve, ni Nueva Zelanda un país que haya dado grandes campeones. Robinson compite primero con el equipo de esquí alpino de Queenstown, y más tarde, se traslada a América del Norte, donde se unió al equipo y la academia de esquí Sugar Bowl (SBSTA).

 

El entrenador de Sugar Bowl describe a Robinson como “una muy buena persona, muy divertida y cercana”. Houser no está sorprendido por el éxito temprano de la esquiadora Kiwi: "sabíamos que iba a ser rápida", explica en una entrevista en Skiracing.com.

 

 

A los 15 años, comienza a dar sus primeros pasos en competiciones FIS con gran éxito. Después de menos de una docena de participaciones, consiguió 16.54 puntos en slalom gigante y anotó 36.91 puntos de slalom en la carrera por el campeonato nacional de Nueva Zelanda, donde también se llevó a casa el título nacional.

 

 

 

La propia Alice Robinson indica a olympicchannel.com que es una gran admiradora de Lindsey Vonn y Julia Mancuso a quienes de pequeña había visto entrenar en Coronet con el equipo de EE.UU. “Ese fue realmente el único acceso que tuvimos a estas supercorredoras”, señala.

 

También tiene palabras para otro grande, Bode Miller: “solíamos ver a Bode todo el tiempo debido a todas las locuras que solía hacer y eso me inspiró. Y luego Lindsey, ya sabes, algo así como 'Ve por ello' y eso es lo que crecimos pensando”.

 

Ahora, ella se ha convertido en la nueva estrella de la Copa del Mundo y solo tiene 17 años.