El Pirineo, de mar a mar
El Pirineo, de mar a mar
Sería el año 1985 cuando un grupo de montañeros navarros, imbuidos del romanticismo y el espíritu hippie de la época, decidieron hacer realidad su sueño de cruzar la formidable cordillera pirenaica; de mar a mar, trazando el camino que ellos consideraron como el más bonito y en autonomía total; las mochilas, enormes, del tamaño de sus sueños, y las ganas, todas.
El Balaitous, mole que rodearemos en la semana tour de Balaitous
De aquella experiencia, que debió ser formidable, surgió otro sueño; el de trasladar esta extraordinaria aventura al resto del colectivo montañero de la época. Solo faltaba un promotor entusiasta, y esta persona fue Txumarra, presidente de la sección de montaña del Club Anaitasuna de Iruña/Pamplona y desde entonces alma mater de este gran proyecto. El sueño se hizo realidad en 1987, cuando arranco la 1ª edición de la travesía del Pirineo del Anaitasuna, que cada año desde entonces, y ya son 28 veranos, recorre el Pirineo de mar a mar. Sirvan estas líneas como homenaje a aquellos que dieron vida a este proyecto...
Un día cualquiera en la trave del Pirineo
La noche apenas acaba de terminar cuando los mas madrugadores empiezan a agitar nuestro hasta entonces silencioso campamento. El olor a café recién hecho invita a salir al resto de participantes de sus tiendas de campaña, mientras sortean a aquellos que por puro placer han dormido al raso. Comienza un nuevo día de travesía...
Tras un desayuno potente, repartimos las bolsas de comida para pasar la jornada y nos despedimos del equipo de logística hasta la noche; ellos se encargarán de desmontar el campamento, hacer las compras, conducir hasta el destino siguiente y preparar todo para que los montañeros puedan descansar y reponer fuerzas para el día siguiente; el suyo, si que es un trabajo duro!
Certascan, Un lugar mágico; paso obligado de la 4ª semana de la travesía Pirineo salvaje
Partimos en silencio y a ritmo tranquilo, remontando la estrecha senda, que a través de un espeso bosque asciende en mil revueltas. Solo el canto de los pájaros nos saluda a nuestro paso, y sin duda componen la mas preciosa de las sinfonías. El rumor del arroyo va creciendo, y nos saca de nuestros pensamientos; el primer paso complicado del día se acerca, que no es otro que cruzar el río, que baja crecido tras un deshielo tardío. Tras superarlo, primera pausa. Es la hora de la crema de sol y un picoteo mañanero.
A partir de este momento, la senda discurre por terreno abierto, con la brillante silueta nevada del Pic de Certascan acompañando nuestro esfuerzo. Paso a paso, alcanzamos sudorosos el collado de Sallente, puerta de entrada a la Vall Ferrera. Atrás queda la Vall de Cardós, con el macizo y rotundo Mont Roig mirándonos a la cara, y recordándonos la eterna lluvia que nos acompañó durante el paso por sus dominios dos días atrás. Hoy el día, es soleado y luminoso, y ya nadie se acuerda de los momentos difíciles que pasamos aquel día...
Desiertos calcáreos, primera semana de la travesía; una parada en Ansabere, Lescun
Proseguimos la marcha a través del rosario de estanys de Baborte, para remontar el siguiente collado; desde aquí, una ardúa ascensión nos lleva a la cima del Pic de Baborte, una singular pirámide rocosa, alta y con una de las mejores perspectivas de la Pica d´Estats, cima de Catalunya. Ya con la tarea hecha, descendemos a los estanys de Sotllo a disfrutar de un merecido descanso; los mas valientes, se desnudan y meten sus polvorientos cuerpos en las gélidas aguas del lago entre aullidos de dolor ¿o es placer?), y el resto, aliña el taper de ensalada entre carcajadas, viendo el padecimiento de sus compañeros.
Brumas en el Pirineo navarro
Volvemos a ponernos las botas para continuar nuestro camino. El calor de la tarde nos acompaña hasta el cercano campamento, entre aguas cantarinas que amenizan la marcha. Allí están nuestros compañeros, con todo preparado para pasar la noche. Antes de ir al río, ¿hace una cerveza bien fría?
Funcionamiento y novedades
La Vall Ferrera
La travesía completa se realiza en 7 semanas, pudiendo cada persona hacer tantos tramos como desee. La organización se encarga de todo; monta y desmonta campamentos, prepara cenas, comidas de montaña y cenas; transporta nuestros petates en el vehículo de apoyo, por lo que solo caminamos con la mochila ligera.
Cada domingo de verano, un autobús lleva al grupo desde Iruña/Pamplona hasta el lugar de destino, donde recoge a los participantes que han acabado su semana para devolverlos a Iruña/Pamplona. Un equipo de guías, expertos en la montaña pirenaica, nos acompañará cada jornada, intentando hacer que cada excursión sea un placer para todos; por que el objetivo principal de esta travesía es que todo el mundo viva una experiencia intensa, bonita y sobre todo que disfrute mucho.
Este año además, se han incorporado al programa de verano varias actividades novedosas; la primera de ellas, y solapada con la travesía clásica, es la Travesía de tresmiles, una ruta que siguiendo el concepto y el funcionamiento habitual de la travesía del Pirineo, propone coronar durante cada día de marcha una cima de 3.000 m, siempre y cuando las condiciones meteorológicas así lo permitan. Y para abrir y cerrar el verano, se han preparado dos travesías circulares; durante la primera semana de julio rodearemos el Midi D´Ossau, emblemática cima del Pirineo occidental en cuatro días de caminata sencilla, y a final de agosto, rodearemos la imponente mole granítica del Balaitous, en un bucle de seis días. Durante estos días, nos alojaremos en refugios de montaña, sin regresar al valle hasta terminar la actividad.
Cima del Tuc de Molieres, durante nuestra alta ruta (3ª semana de la travesía)
Tenemos como decorado las montañas mas bonitas del mundo ( que se note que somos pirenaicos!), solo faltan las ganas de descubrirlo...¿Te apuntas?
Toda la información necesaria la podéis encontrar en la página web:
La Travesía del Pirineo