Después de 48 años de servicio y cerca de 7 millones de personas transportadas, es hora de su renovación, según Maude Lletché, responsable de Altiservice Font-Romeu Pyrénées 2000.

 

 

Desde el sector de Les Airelles, situado a casi 2.000 metros y en un entorno de verde intenso gracias a las lluvias de estas últimas semanas, ha confirmado que el nuevo telecabina será suministrado por Leitner.

 

 

Su oferta presentaba algunas ventajas respecto a otras competidoras, como un consumo que "puede estar entre un 8 y un 12% menos, mayor seguridad para los trabajadores a la hora de hacer el mantenimiento, gracias a la tecnología integrada, y también menos ruido", afirma la responsable de comunicación de Font-Romeu, quien también ha añadido que el precio "era una cuestión a tener en cuenta, por supuesto".

 

Adiós, pues, a las colas de acceso por las mañanas de temporada alta o a la hora de vuelta para bajar. Y es que entre las ventajas que supondrá el nuevo remonte para los esquiadores, está la rapidez (el trayecto entre el centro urbano del pueblo y Les Airelles será de menos de 5 minutos) y muy especialmente el incremento de la capacidad de transporte, que pasará de los 750 pasajeros/hora actuales a los 2.400 que permitirá la nueva instalación.

 

Además, las nuevas cabinas serán panorámicas en sus 360°, tendrán capacidad para 10 personas, permitiendo el transporte de personas con movilidad reducida, bicicletas de montaña o cochecitos para bebés, entre otras prestaciones.

 

 

Maude Lletché ha asegurado que si no hay imprevistos, la nueva instalación se abrirá al público "entre el 17 y el 20 de diciembre" y hace hincapié en que con esta inversión, apenas la primera de un global que se espera para los próximos años, el pueblo de Font-Romeu se proyecta de nuevo como un pie de pista más cómodo, más fácil, moderno y práctico, y esto último lo será especialmente gracias a las más de 400 plazas de aparcamiento disponibles a pie de la nueva terminal de salida. Una terminal de nueva construcción para la que también se modernizan los servicios de taquilla o atención a los clientes, entre otros muchos que se ubicarán a pie de terminal.

 

 

Finalmente, preguntada por el destino final del viejo telecabina, instalada en 1977 por Poma, ha explicado que será totalmente desguazado y reciclado. "Es una instalación muy vieja y que no permite reubicarla como remonte de segunda mano", concluyó al respecto.

 

 

Por el contrario, no puede decirse lo mismo de las cabinas, cuyo destino final ha levantado mucha expectación. "Hace días que estamos recibiendo correos electrónicos y llamadas para pedirnos qué destino tendrán. Nos han pedido para comprarlas y, por eso, las subastaremos a lo largo de las próximas dos temporadas", ha destacado, añadiendo que los beneficios de esta operación irán destinados a una entidad social y sobre la que se informará próximamente.

 

Ya lo sabéis lugareños: quien disponga de un jardín, un establecimiento après-ski, o un garaje espacioso, puede que le interese participar en la subasta. Habrá que tomar decisiones rápidas, porque la demanda parece ser que es importante y la salida de las cabinas será rápida, paradójicamente, nada que ver con la lentitud con la que hasta ahora hacían el trayecto entre el pueblo y Les Airelles. ¿Alguien se anima?