Alrededor de 300 personas han acudido al estreno de la única estación de esquí de la Saboya que ofrece esquí de verano (su vecina Val d’Isère no pudo abrir por falta de nieve), pero si no cambian mucho las cosas -en meteorología nunca se sabe-, Tignes tampoco podrá cumplir con su calendario previsto, que era alargar hasta el 31 de julio.

 

 

 

Entre las escasas nevadas en invierno, las pocas nevadas de primavera acompañadas de altas temperatura y la ola de calor de los últimos días, las condiciones no se prestan al optimismo en los glaciares de los alpes franceses.

 

 

La falta de nieve que sufre el glaciar este verano queda perfectamente reflejada en las dos imágenes que ilustran esta información, que se recogen en la cuenta de Twitter del periodista y aficionado al snowboard Mathieu Ros y que han sido replicadas por cuentas como Meteo Alpes.

 

En ellas se pueden comparar las webcams del 20 de junio de 2021 y 2022. La primera tras un invierno con mucha nieve y una primavera con destacables nevadas y temperaturas contenidas. La segunda imagen tras un invierno con poca nieve, primavera seca, un mayo caliente y una ola de calor excepcionalmente temprana en junio.

 

 

El esquí de verano tuvo su apogeo entre los años 70 y 80. Sin embargo, la amenaza ya se avecinaba. Por allí había pasado el tórrido verano de 1976, y con él un primer gran susto para el esquí de verano. Fue solo un gusto, pero poco a poco se ha ido extendiendo: primero dejó de ofrecer esquí de verano Val Thorens (2001), luego La Plagne (2005) y este verano Val d’Isère (en este caso esperamos que puntual).