El mes de febrero en las estaciones de esquí es sinónimo de temporada alta. Y este año en los Pirineos orientales de Francia, está siendo especialmente intensa por varios motivos: el primero, porque el año pasado las estaciones estuvieron cerradas y todo el mundo tiene ganas de recuperar con intensidad las experiencias en la nieve, la naturaleza y las actividades après-ski propias de este período vacacional característico de Francia. Y el segundo: porque pese a la ausencia de nevadas en las últimas semanas, en pistas hay nieve y hace buen tiempo.

 

 

El pasado viernes estuvimos en Font-Romeu Pyrénées 2000 para comprobar sobre el terreno cómo se está viviendo en pistas el mes de "las vacaciones del invierno". Y es que durante el mes de febrero todo el país entra en el período de las vacaciones de “la neige”. Y lo cierto es que atravesando por la mañana el núcleo urbano de la población de Font Romeu por su calle principal, el ambiente se parecía mucho al mismo que se podría observar en un sábado o domingo cualquiera de diciembre.

 

Una vez en el pie de pistas la situación se reproduce con similar intensidad: aparcamientos bastante llenos, un hormigueo intenso en el pie de taquillas para la compra de forfaits o en las terrazas de los restaurantes y un flujo constante de esquiadores en los remontes. En resumen, un ambiente no masificado, pero sí alegre, y eso que ayer el tiempo no acompañó por completo. El cielo gris deslució una de las pocas jornadas de esta temporada marcada por un anticiclón que impera desde principios de enero.

 

 

Pero para saber más de la afectación e importancia que tiene el mes de febrero y las vacaciones en una estación como Font-Romeu Pyrénées 2000, pedimos a Maude Lletché, máxima responsable del departamento comercial y de comunicación de este dominio esquiable de la Alta Cerdanya, que nos explique cómo funciona este sistema de vacaciones. Y la vez, que nos diera argumentos y cifras para entender mejor las repercusiones de lo que supone el mes de febrero en esa estación.

 

Maude explica que “durante el mes de febrero, todo el territorio francés se divide en tres zonas y cada zona tiene quince días de vacaciones. Por ejemplo, esta semana y la próxima están haciendo vacaciones en la zona de París y Marsella. Esta próxima semana se añadirá la segunda zona. Ello hace que durante tres semanas siempre tengamos dos zonas que coinciden con vacaciones”.

 

 

Sobre el terreno, pues, es fácil entender por qué estos días de febrero la afluencia de esquiadores en pistas está resultando alta. Y más que lo será a partir de la próxima semana, coincidiendo ya dos zonas en período de vacaciones. La responsable comercial de Font Romeu pone cifras a lo que esto supone en visitantes. “Esta semana la afluencia ha sido de una media de 7.200 esquiadores por día. La próxima semana, con las dos zonas, ya pasaremos a una media de 9.500 esquiadores/día. Para la tercera semana que coincidirá con las vacaciones en nuestra zona podremos llegar a los 11.000 esquiadores”, destaca.

 

 

Pero si febrero es un mes tan bueno para las estaciones de esquí francesas en cuanto a afluencia, quizás no lo sea tanto para los clientes del sur de la frontera que únicamente pueden dedicar uno o dos días a esquiar durante la semana. Y normalmente es en fin de semana. Al respecto Lletché aconseja que, para disfrutar igualmente de las estaciones de esquí de esta parte de los Pirineos, el mejor día para ello son los sábados. ¿Por qué le preguntamos? “Pues porque es el día del chassé-croisé, que decimos en francés. El sábado es el día que se marchan quienes han contratado una semana y a la vez es el día de llegada de los nuevos “vacanciers”, argumenta.

 

 

 

Preguntada por los mejores períodos de visitantes y facturación a lo largo de la temporada en una estación como Font Romeu, nos aclara que, si bien en Navidad es cuando se alcanza la máxima ocupación hotelera y residencial, por el contrario, no lo es en el aspecto de facturación.

 

“La semana que coincide con Navidad y Año Nuevo es cuando conseguimos el lleno completo. En cambio, la máxima facturación la tenemos en febrero, cuando el visitante consume largas estancias, con paquetes de seis días”, concluye.

 

 

Y después de un febrero de 2022 que se prevé pletórico, cuando llegue el mes de marzo todo apunta a que el ambiente en pistas decaerá de un día para otro, especialmente en los días laborables.

 

La afluencia de esquiadores en las estaciones empezará un lento y progresivo declive, también en fines de semana. Para incentivar igualmente las visitas a la nieve, precisamente en una época del año en la que quizás la calidad de la nieve ya no es la mejor, pero que en contraste suele haber un buen grosor de nieve en pistas, con días largos en los que se hace muy agradable gozar de la alta montaña, desde el departamento comercial se activa la campaña de “esquí de printemps”. Traducido, el esquí de primavera.

 

Font Romeu despedirá la temporada el domingo 3 de abril y, para animar el tramo final de la campaña, está previsto que a partir del 17 de marzo se active una promoción con descuentos en los forfaits del 25%. Será una buena oportunidad de despedir una campaña que, con los muchos pros y contras que habrá tenido el interminable anticiclón de este invierno, se prevé que se convierta en una de los mejores de los últimos años en cuanto a facturación.

 

Si a la facturación, además, la acompañara un poco la meteorología con un par de nevadas y algo de frío que acabe de arreglar en las últimas semanas con pistas abiertas, entonces ya sería una temporada redonda en todos los aspectos.