A partir de ese momento, el teléfono y el WhatsApp del director general de Explotaciones Turísticas Candanchú S.A. echa humo. Álvaro Luna de la Roche, nacido en Bogotá (Colombia) cogió las riendas de la estación de Jaca en diciembre de 2019, justo antes de la crisis de la Covid-19.

 

 

Luna es administrador de empresas, especialista en finanzas y cuenta con más de 20 años de experiencia en dirección hotelera, gerencia comercial, financiera y administrativa en instituciones financieras. Nadie mejor que él para que nos explique si hay forma de salvar la próxima temporada de esquí de Candanchú. Y ya os avanzamos, que la hay.

 

El director de Candanchú explica a Lugares de Nieve que en el momento de hacerse pública la decisión de no poner en marcha las pistas y remontes el próximo invierno “ya dijimos que era por el escenario actual, pero si estas circunstancias cambian estaremos encantados de poder abrir la estación”.

 

En concreto, tres son los puntos que preocupan principalmente a Explotaciones Turísticas Candanchú S.A.: las pérdidas acumuladas durante el último ejercicio fiscal y que ascienden a más de dos millones de euros; el desarrollo del plan estratégico de la nieve de Aragón -que en estos momentos no avanza- y las restricciones derivadas de la Covid-19 durante el invierno 2021-22.

 

 

Luna está convencido que con 150.000 días de esquí vendidos al año Candanchú es viable y recuerda que “a 31 de enero de 2020 llevábamos la mejor temporada de las últimas seis o siete y aún quedaba febrero, el mejor mes para nosotros”. Pero entonces llegó la pandemia, se llevó por delante las previsiones de febrero y obligó a cerrar en marzo, “con lo que cerramos el ejercicio con más de 2 millones de pérdidas y es insostenible”.

 

 

El director quiere dejar claro que el cierre planteado por la empresa es solo de carácter provisional para el invierno 2021-22, por ello cree que “con algún tipo de apoyo o ayuda para hacer viable la continuidad mientras se mantenga la coyuntura actual podríamos abrir”.

 

 

 

En relación con el Plan estratégico de Nieve de Aragón que preveía la unión de Formigal, Astún y Candanchú, el director de esta última lamenta que no avance y asegura que “es fundamental para el futuro a medio y largo plazo un producto competitivo a nivel nacional e internacional y queremos tener algún aliciente de que vamos a seguir trabajando en esta línea, pues de la nieve dependen muchas economías del Valle de Aragón”.

 

El proyecto preveía la unión de estaciones de esquí del valle del Aragón y del valle de Tena y redactar un plan estratégico y de competitividad del sector de la nieve, tanto en su apartado alpino, como en el esquí de fondo y del resto de actividades.

 

Para encarar un futuro con garantías, Álvaro Luna reconoce que la empresa deberá hacer un esfuerzo inversor para rejuvenecer sus remontes. “Los tiempos avanzan y con las instalaciones actuales podemos atender el volumen de esquiadores que tenemos, pero indudablemente hay que mejorar los servicios y reducir los tiempos de espera y eso requiere inversión. Lo ideal sería sustituir algunos telesquís por telesillas”.

 

 

Cuando Lugares de Nieve habla con Álvaro Luna es martes al mediodía y el director de Candanchú se muestra preocupado por “el impacto social que conlleva para el valle que la estación no pueda llegar a abrir”.Por ello, confía “en la gestión de los ayuntamientos del valle y que se concreten algunas ideas que podamos trabajar en una mesa final con representantes de la administración esta misma semana”.