La exclusiva estación de esquí de Courchevel, en la Saboya francesa, abrió el sábado una pequeña pista de esquí alpino accesible en coche, taxi o lanzadera para evitar el cierre obligatorio de los remontes mecánicos.

 

La pista azul para principiantes, con un recorrido de dos kilómetros, "ha sido acondicionada y asegurada para evitar cualquier riesgo de avalancha. Las personas que desean bajar por esta pista utilizan su vehículo personal para subir y luego descender de forma segura", o bien taxi, explica a France 3 Alpes la directora de marketing de Courchevel, Alexia Lainé.

 

Autorizada por decreto municipal para las vacaciones de febrero, la pista es gratuita y accesible por carretera a diez minutos en coche desde Courchevel 1850.

 

Con esta iniciativa, Courchevel estrena un nuevo concepto para esquiar a pesar de todo, porque es una pista completamente legal, autorizada por decreto de la prefectura durante las vacaciones de febrero y que evita la prohibición de los remontes debido a la pandemia de Covid-19.

 

 

La apertura de esta pista de esquí ha supuesto un pequeño alivio para la Escuela de Esquí Francesa y sus instructores, a los cuales se abre una posibilidad para dar clases, aunque se calcula que sólo podrán trabajar el 10% de la plantilla. En declaraciones a France 3, el instructor de la ESF de Courchevel, Marco Poletto, explica que “somos el único resort en Francia que ofrece esta posibilidad. Para las escuelas de esquí, es una forma de funcionar en estos tiempos difíciles”.

 

La escuela de esquí incluso contrató sus propias furgonetas para acompañar a sus clientes. También opera un nuevo snowpark, recién terminado, al que los esquiadores también pueden acceder. "Hay cien metros para subir a pie por los lados y luego pueden bajar por las diferentes líneas y módulos'', añade el director de la ESF Courchevel, Loïc Lemoine.