Pirineus Barcelona 2030, la primera candidatura low-cost por petición expresa del COI
Pista Estadi de La Molina, escenario para las pruebas de nieve en una hipotética candidatura Barceona-Pirineus (Foto: IST).
¿Se pueden organizar unos juegos de invierno en Barcelona y los Pirineos por sólo 1.300 millones de euros? Si en la pre-candidatura de 2020 se presupuestaron en casi 3.300 ¿Por dónde se recortan los gastos e inversiones?
Gerard Figueras explicó la semana pasada en el CAR de Sant Cugat la situación actual de la preparación del dossier de la candidatura Barcelona y Pirineos para 2030 (Foto: IST).
Será este próximo otoño cuando el proyecto de candidatura Pirineus-Barcelona tendrá listo el dossier que deberá presentar al COI (Comité Olímpico internacional). Será un dossier "abierto", es decir, que todavía podrá recibir mejoras, ya que el COI tutela y avala que la candidatura que pueda presentar Barcelona y el Pirineo sea flexible a la hora de incorporar funcionalidades y seguir avanzando en un proyecto convincente. Y sobre todo, se quiere que la candidatura de Barcelona sea la primera en que realmente se opte por unos juegos low-cost que puedan servir de referente para otras candidaturas en el futuro.
La candidatura Pirineus-Barcelona 2030 trabaja y lo hace discretamente, pero tiene unos plazos y requisitos a cumplir y los está siguiendo al pie de la letra. Este otoño sus impulsores deberán presentar al COI el dossier de esta candidatura, que posiblemente y gracias a los nuevos criterios del organismo olímpico, será mucho más transversal en el ámbito geográfico, político y económico de que lo habría sido la candidatura de 2022 o 2026.
¿Cómo se consigue una candidatura low-cost?
Pues la respuesta es clara: optimizando los recursos ya existentes. De entrada, habrá una apuesta clara por hacer uso, o en todo caso poner al día, instalaciones que ya están en funcionamiento. El COI no quiere que se construyan nuevas instalaciones, que a menudo son costosas y con demasiados ejemplos en que acaban abandonadas tras la celebración de los juegos. Además, generan una mala imagen del evento y desincentivan la presentación de nuevas candidaturas. En síntesis: los juegos de invierno se deben organizar con las instalaciones que ya son operativas o bien que estén programadas desde hace años, ya sea con o sin la intención reciente de organizar unas olimpiadas de invierno.
En cuanto a las instalaciones que no estén construidas para acoger determinadas pruebas se propone que se organicen allí donde ya existen. Eso sí, siempre que estemos hablando de un mínimo de instalaciones, pero no del listado importante. Es decir, centra este criterio en instalaciones poco comunes, costosas de construir y mantener, que sólo serían usadas durante los 15 días que durante los juegos. Serían un buen ejemplo los trampolines de saltos de esquí o un circuito de bobsleigh, inexistentes a día de hoy en los Pirineos. Las inversiones deben tener sentido y más recorrido mucho más allá de los 15 días de la celebración.
Trampolines para saltos de esquí en La Molina. Se dejaron de utilizar en 1991 (Foto: IST).
El nuevo criterio recogido en la Agenda Olímpica
Este nuevo criterio del COI lo recoge la Agenda Olímpica 20+20 (listado de recomendaciones para posibles candidaturas) y ya permite, abiertamente, que una candidatura la integren varios países, regiones y ciudades. En resumen, el COI avala y tutela que en adelante los juegos de invierno se puedan organizar con una fórmula low-cost. En la práctica, en el caso de la candidatura que impulsa el Govern de la Generalitat de Catalunya a través de la Secretaría General del Deporte, se reducirán los gastos al mínimo indispensable, pero permitiendo acelerar las inversiones previstas y justificadas en obras en infraestructuras como la carretera C-16, en la línea de tren entre Puigcerdà y Barcelona o en los pabellones de la Fira de Barcelona.
Así lo explicó el pasado martes, Gerard Figueras, Secretario General del Deporte la Generalitat de Catalunya y máximo responsable de la candidatura en una reunión con los medios de comunicación en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Gugat (Barcelona). En esta línea de austeridad, y con el criterio de hacer inversiones necesarias al margen o no de que se organicen unos juegos de invierno, Figueras señaló que el CAR incorporará a su actividad la preparación de los deportistas de élite en los Juegos de Invierno. Se destinarán de 2,5 a 3 millones de euros, se presente o no, gane o no, la candidatura Pirineus-Barcelona para los Juegos de 2030.
Gerard Figueras anunció la semana pasada la adecuación del CAR de Sant Cugat para los deportes de invierno (Foto: IST).
¿Quién acogerá las pruebas de saltos de esquí?
La pregunta parece obvia: si en los Pirineos no hay trampolines de saltos de esquí operativos… ¿Quién organizará las pruebas? Si hace un poco más de un año publicamos que la recuperación de los trampolines de saltos de La Molina tenían su última oportunidad en la organización de unos juegos de invierno en los Pirineos, ahora esta posibilidad parece que se esfuma. O habrá que recuperar el proyecto más adelante, aprovechando la brecha que permiten los criterios de "dossier" abierto y flexible que impulsa el COI.
En cualquier caso estos trampolines de la Cerdanya, que estuvieron operativos hasta el año 1991, quedarían sustituidos por otras instalaciones en funcionamiento como son los trampolines de Courchevel (Alpes), a poco más de 750 km de Barcelona. O incluso se podrían llegar a recuperar los trampolines de Sarajevo, aunque en este último caso sería una subsede demasiado lejana y menos funcional. Así lo dejó entrever el propio gobierno de la Generalitat hace unos meses, pero esta es una opción que no convence al secretario general del deporte que optaría por la opción alpina.
Ander Mirambell, compitiendo en skeleton en una imagen de archivo (Foto: FCEH).
¿Y las pruebas de luge?
El mismo problema ocurre con las instalaciones que deben acoger las pruebas de bobsleigh, skeleton y luge. Si bien en el proyecto redactado para una posible candidatura para los juegos de 2026 se preveía la posible construcción de un circuito en una zona umbría cercana a la estación de tren de La Molina, ahora los criterios del COI permiten que los alberguen unas instalaciones ya consolidadas.
Podría ser una opción el circuito olímpico de La Plagne, en los Alpes franceses, relativamente cerca de Courchevel (a 70 km, una hora de coche), lo que permitiría optimizar en una sola subsede y una sola villa olímpica de pequeño formato las pruebas de trampolín y las de luge.
Incorporar Andorra, Aragón y Pirineos franceses
Gerard Figueras también explicó que se está trabajando para incorporar el Pirineo andorrano, el francés y el aragonés en la candidatura que se impulsa desde Barcelona. El anterior Gobierno de Andorra mostró ya públicamente su predisposición, pero falta ver qué dice el nuevo ejecutivo andorrano. También falta ver cómo se concretaría la participación de las estaciones francesas y aragonesas en el proyecto.
Andorra acogió el pasado mes de marzo las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino (Foto: O. Molas).
Recorte en la villa olímpica
La confección de una candidatura 2030 low-cost también se consigue debido a que la construcción de una Villa Olímpica ya no será obligatoria. Si en la candidatura de 2022 se contemplaba una posible villa olímpica en La Molina y una de formato más reducido en Masella, ahora se considera que con la actual oferta hotelera de Barcelona, por un lado, y la construcción de viviendas de protección oficial que el Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto levantar en la Marina del Prat Vermell, por la otra, serán suficientes para acoger la familia olímpica, que se calcula en unas 3.000 personas, 50% para el hielo, 50% para la nieve.
El esquí de fondo, la gran incógnita
En cuanto a la ubicación de las pruebas de esquí de fondo, el secretario general del deporte no quiso concretar donde está previsto realizarlas. Si bien mencionó la posibilidad de que albergarían las pruebas Beret o Molina-Masella, y así se mostró sobre un powerpoint a los medios de comunicación, no dio más detalles al respecto.
Así pues parece que queda descartada la opción de la pre-candidatura de 2026 de organizar estas pruebas en una nueva estación de esquí de fondo "temporal" que se debería construir desde 0 en el Pla de les Forques, en el municipio de Fontanals de Cerdanya. Eso sí, dejó claro que el COI sí que exige la garantía de nieve producida para estas pruebas y una estadística fiable y razonable que garantice la presencia de nieve en la zona prevista, como mínimo, para el período en que se deban celebrar las pruebas.
Esquiador de nórdico en competición (Foto: archivo Tuixent-La Vansa).
Optimización del Palau Sant Jordi
Barcelona será la sede de las pruebas de hielo, como ya se preveía en la pre-candidatura de 2022 y 2026, pero para acoger al mínimo coste posible las pruebas, se prevé la optimización y adecuación del Palau Sant Jordi, el Pabellón Municipal de Deportes de Barcelona y un nuevo pabellón de hielo (con capacidad para 1.200 espectadores) que el FC Barcelona tiene previsto incorporar en su “nuevo catálogo” de instalaciones modernizadas.
Así pues… ¿Cuándo cuestan unos juegos low-cost?
Si el presupuesto para la candidatura Barcelona-Pirineos para el 2022 estaba previsto que subiría hasta los 3.300 millones de euros, en esta nueva candidatura el presupuesto se reduciría a menos del 50% de esa cifra.
Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), consideró a principios de año que el presupuesto para organizar unos juegos de invierno en Barcelona y los Pirineos no debería superar los 1.300 millones de euros. Y desglosados con algo más de detalle, de estos 1300 habría 900 millones que los aportaría directamente el COI, mientras que los otros 400 se financiarán vía entradas, marketing y patrocinadores.
El dossier a presentar en otoño
En definitiva, vistas las directrices del COI sobre el primer dossier que deberá presentar la candidatura Pirineus-Barcelona en otoño, esta acabará teniendo un coste casi 0 para el Gobierno catalán. Con un matiz: un coste 0 si se contabiliza desde el punto de vista de que las infraestructuras, nos referimos a las básicas a construir en el territorio catalán (autovía C-16, línea de tren y pabellones feriales de Barcelona), deben hacerse igualmente con cargo a las administraciones catalana (carretera), estatal (tren) y local (ayuntamiento de Barcelona y consorcio Feria de Barcelona). Es decir, en lo que repercutirá la candidatura es, en todo caso, en acelerar la puesta al día de las infraestructuras.
Y muy importante: el dossier que presentará el Gobierno catalán en el COI lo hará con la tutela y aval del mismo organismo. Y será un dossier abierto y flexible a recibir mejoras. Incluso una vez presentado. La candidatura de Barcelona debe convertirse en un referente, y lo tiene que demostrar con una candidatura creíble y al mismo tiempo capaz de ganar la celebración de unos juegos que puedan servir de ejemplo para otras candidaturas en el futuro. Pero cuidado, porque Barcelona no estará sola en la lista de candidatas a los juegos de 2030. Faltará ver por qué modelo optan a presentar las ciudades de Sapporo (Japón) y Salt Lake City (USA). Y una tercera posible candidatura, todavía sin nombre, a confeccionar entre estaciones de esquí y ciudades de Austria y Alemania.
El COI ha entendido que los juegos de invierno, visto el rechazo que las candidaturas a los juegos de invierno han despertado en los últimos años en países con tradición de nieve y hielo, tienen que volver sí o sí a los orígenes.