Así se queda Vallter 2000 despues de una "llevantada"

Así se queda Vallter 2000 despues de una "llevantada"

Vista general de la cota alta de Vallter el viernes, con la cima del Bastiments al fondo (Foto: Ivan Sanz).

Mon, 12/02/2018 - 14:32
El viernes visitamos Vallter vestida de blanco inmaculado tras la "llevantada" que recibió el lunes 5 de febrero. Así es como se les llama en el Pirineo oriental a los temporales de nieve de origen Mediterráneo.

Hace justo una semana el Pirineo oriental recibía una "llevantada" que descargó más de un metro de nieve. Como suele ocurrir casi siempre con estos temporales de nieve, que vienen cargados de la humedad del Mediterráneo, Vallter 2000 se convertía en una de las estaciones más beneficiadas. Cuatro días después Lugaresdenieve.com se acercaba para realizar un reportaje gráfico de los efectos de este temporal de nieve que se ha considerado histórico por el grueso de nieve precipitado en menos de 24 horas.


Vista parcial del sector Barquins, con sus telesquís y el muro de competiciones de Vallter. Al fondo la pista Puig dels Lladres (Foto: Ivan Sanz).

Lunes nevó intensamente en Vallter. Al día siguiente, martes, el problema fue llegar a pistas. Miércoles la estación recibía la visita del helicóptero equipado con Daisybell, que precipita artificialmente los aludes de manera controlada. Jueves la estación aún sufría la resaca de la llevantada y se acababan de condicionar accesos, pistas y todas las instalaciones. Así que no fue hasta el viernes que los esquiadores pudieron disfrutar de los efectos prácticos de la llevantada en todo su esplendor: un día de sol y cielo azul, nieve polvo, todo abierto y viento en calma. Cuatro requisitos que ningún esquiador a conciencia se dejaría perder por nada del mundo. Y eso es lo que hicimos nosotros: visitar Vallter. Allí realizamos un extenso trabajo gráfico (fotografías a parte, os recomendamos ver este vídeo).


Así lucía Vallter el viernes des de la Pala de Barquins. Al fondo el pie de pistas (Foto: Ivan Sanz).

La carretera para llegar a Vallter ya era por sí misma un espectáculo de nieve apenas pasado el pueblecito pie de pistas, el bucólico Setcases, con espesores de 70 cm de nieve en forma de corte vertical a ambos lados de la carretera. El día prometía. Pocos minutos antes de las 9 de la mañana tocaba abrocharse las botas en el aparcamiento de Vallter. Nos esperaba un gran día por delante.


Subiendo por el telesquí de Barquins (Foto: Ivan Sanz).

Todo abierto
 
Viernes Vallter lo tenía todo pisado y todo abierto. Sólo el telesquí de la Xemeneia estaba cerrado, y eso que las pistas a ambos lados del remonte estaban pisadas. Este sector, encarado a sur, es un buen termómetro para saber en qué estado se encuentra la estación. Si está abierto y bien cubierto de nieve es un síntoma evidente que la estación se encuentra no al 100%, sino al 120%. La Xemeneia ya lucía este viernes como pocas veces: de blanco brillante uniforme.


Acceso al telesquí de la Xemeneia desde el sector de debutantes de Vallter (Foto: Ivan Sanz).

Cuando visito Vallter el recorrido que acostumbro a realizar es, con frecuencia, el mismo. Empiezo por los telesquís de debutantes (Morens I y II) y hago un calentamiento breve por las dos pistas verdes del sector Así que el viernes no fue diferente. Mientras subía por el telesquí ya observé que el grueso de nieve debía ser superior a los 2 metros. Levantando uno de los bastones se podía tocar el cable.


En primer término el telesilla Jordi Pujol. Al fondo, la Xemeneia (Foto: Ivan Sanz).

La visita continuó por el telesilla Jordi Pujol y los telesquís del Bac de Barquins. Un consejo por si visitáis Vallter: si deseáis ir rápidos, subir por los telesquís. Pero si deseáis disfrutar de buenas vistas, entonces el telesilla es vuestro medio de transporte.


Pista Jordi Pujol, bautizada así en homenaje al esquiador olímpico de la Vall de Camprodon (Foto: Ivan Sanz).

Desde el relajamiento que permite la subida por el telesilla, y observando a ambos lados del trazado, se podía ver como los efectos visuales de la llevantada eran el de una gran manta de nieve de blanco inmaculado que lo cubría todo. Sólo las trazadas de las pisanieves en las pistas, y las de algunos esquiadores o snowboarders fuera de los trazados principales, rompían el blanco uniforme. Un blanco "polar" que por el exterior de las pistas Estadi-El Clot, Jordi Pujol, Barquins y Puig dels Lladres, delataba pocos relieves y sombras, lo que evidenciaba que el espesor de nieve era de metro y medio o más. Esquiar por estas cuatro pistas, y realizar fotografías y vídeos, me ocupó buena parte de la mañana. Empezaba a ser hora de visitar la pista de El Xalet.


Pie de pistas de Vallter (Foto: Ivan Sanz).

Visita a la pista de El Xalet

La pista del Xalet también lucía un magnífico aspecto. Pisada íntegramente de arriba abajo pero poco "transitada" por los esquiadores, la pista recuperaba su aspecto más valioso: la belleza de su bosque, la presencia del mítico refugio del CEC (Centre Excursionista de Catalunya) y todo ello bajo la vigilancia permanente de las cumbres del Gra de Fajol Gran (2.714 m) y Gra de Fajol Petit (2.567 m).


En descenso por la pista El Xalet de Vallter (Foto: Ivan Sanz).

Y sobre todo, su tranquilidad, en armonía con el paisaje nevado del entorno. Si en la pista del Xalet añadimos el marco de fondo de la silueta de los dos Gra de Fajol recortados por el cielo azul, era evidente que el viernes esta pista era una de las fotografías que cualquier aficionado a instagram buscaría capturar.


Pista El Xalet. Al fondo la cima silueteada del Gra de Fajol (2.714 m) y el refugio del CEC (Foto: Ivan Sanz).

Como ocurre en días así las horas pasaron deprisa. A primera hora de la tarde, cuando el cansancio físico comenzaba a hacer acto de presencia, el cielo se empezaba a cubrir de nubes. Cuando ya eran cerca de las 5 de la tarde, a punto de cerrar pistas, el cielo ya se había teñido de gris. Y entraba el aire frío de norte. Por suerte, a esa hora, en la que las montañas, valles y cumbres nevadas de la cabecera del Ter recuperan la tranquilidad, el trabajo ya estaba hecho.


En descenso por la pista El Xalet, con bosque a ambos lados del trazado (Foto: Ivan Sanz).

Así pues Vallter lucía el viernes un blanco inmaculado, y nosotros estuvimos allí para ser testigos gráficos de la histórica llevantada. Esperamos que disfrutéis de las imágenes y el vídeo que adjuntamos en este artículo.


Subiendo por el telesquí Morens I, en el sector de debutantes de Vallter (Foto: Ivan Sanz).
 

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