Dos factores han favorecido que esquiar en Masella fuera una buena opción para los visitantes que se han acercado al Pirineo Oriental estos días: un mes de apertura de esquí ininterrumpido y que se ha disfrutado de unas óptimas condiciones meteorológicas.

 

El hecho de que desde el 10 de noviembre la estación ceretana fuera la primera estación de esquí de los Pirineos en estrenar la temporada, le ha permitido trabajar intensamente durante estas cuatro semanas para ofrecer las pistas en las mejores condiciones posibles. 

 

Así, durante el Puente de diciembre, se mantuvieron abiertas 32 pistas y progresivamente se han ido poniendo más en funcionamiento. Las últimas ayer: Coma Pregona, el Camí, La Mola y Cerdanya. Además del 100% de los remontes mecánicos, con un desnivel esquiable de 935 metros, desde la Tosa (2535 m) hasta el Pla de Masella (1600 m) y los accesos abiertos.

 

 

Excepto ayer domingo, se ha disfrutado de unas óptimas condiciones meteorológicas. Esto ha hecho que, aparte del esquí, la gente disfrutara de las terrazas de la estación y de sus bares y restaurantes. Han sido especialmente concurridos el nuevo Bar de Cap del Bosc y el renovado establecimiento de Coma Oriola, regentado a partir de ahora por el restaurante de Can Ventura, con una nueva oferta gastronómica para los más "gourmets".

 

 

 

Masella ha aprovechado el Puente para inaugurar la temporada de Esquí Nocturno, con buena afluencia tanto en pistas como en la primera fiesta après-ski en La Cantina del Pla de Masella. Esta temporada 2017-18, el dominio nocturno funcionará los jueves (18,15 a 20,15 h) y sábados (18,30 a 21,30 h) y otros días festivos. Consultar el calendario en este enlace.