Hay que reconocer que los rusos tienen una peculiar forma de hacer las cosas. En cualquier caso, nunca pasan desapercibidos; es decir, que ellos, o es a lo grande y que se vea o si no, ni se molestan. La última, en lo que al esquí y al snowboard se refiere, es de cine y seguro que va a dar guerra. 

 

Sí, nunca mejor dicho. El actor y director ruso Nikita Mikhalkov, célebre y mundialmente conocido por haber ganado un Oscar por su filme bélico "Quemado por el sol" (mejor película extranjera, 1995), consciente del tirón que entre el público tienen las "pelis" de guerra, y teniendo en cuenta que si acción hay en alguna parte además de en las pantallas, es en las estaciones de esquí con los snowboards y esquiadores dando batalla a la nieve con sus tablas y ha sumado dos y dos y como un cosaco, se ha sacado de la manga una idea cuanto menos muy original.

 

 

Si no lo habéis adivinado, os lo cuento, el famoso Nikita, que su propio nombre indica es más ruso que la ensaladilla, ha puesto en zafarrancho de combate una estación de esquí. Me explico: el cineasta quiere montar un complejo invernal con tanques, alambres de espino, cañones y todo el arsenal que haga falta en medio de las pistas simulando un campo de batalla. Como os lo cuento, ¿estupefactos?. 

 

El Resort Bélico se construirá cerca de la ciudad rusa de Nizhny Novgorod, a unos 400 km al este de Moscú en las orillas del Volga, y se llamará "La Ciudadela", homónima de la tercera parte de la trilogía "Quemado por el sol" que recrea la época estalinista en torno a la II Guerra Mundial aunque, tal y como sucede en la industria del cine, todo será de mentira, claro. 

 

 

La estación guerrera se situará pues en los mismos escenarios en los que en su momento se dieron feroces combates con las tropas alemanas que en su día invadieron Rusia y donde años más tarde, ya en la ficción, se rodaron muchas de las escenas de las películas de dirigió Mikhalkov en las que encarnaba al comandante Kótov, un veterano bolchevique que luchó en la guerra y que acabaría "devorado" por las fauces del atroz estado comunista de Stalin.

 

Volviendo a la estación de esquí, la construcción está prevista que finalice en unos tres o cuatro años y cuenta con un presupuesto de 110 millones de dólares de los cuales el 20% proviene de las autoridades regionales que ven en esta iniciativa, al igual que el realizador de cine, una oportunidad para resucitar los "valores patrios" en las nuevas generaciones rusas, y el resto de la inversión privada.

 

En las pistas encontraremos un lugar para disfrutar de los deportes de nieve y de combate con tanques (de cartón piedra) destrozados por ficticias bombas, cañones (de nieve y de los otros), trincheras, alambradas (de goma) y todos los decorados de parafernalia militar que se necesitan para una "película" de estas características aunque, como señala el propio "Comandante" los únicos heridos serán los que se den algún trompazo mientras esquían. El resort se completará con restaurantes temáticos en la misma línea patriótico-militar.

 

Tal vez un día Spielberg decida montar una galaxia paralela en los Estados Unidos con una estación de esquí que se llame "Star Wars" Snow Field. Sólo tendría que recrear de nuevo el planeta Hoth. Quién sabe.