Cinco esquiadores fueron arrastrados por un alud en Sainte Foy, una estación de esquí de la Saboya en los Alpes Franceses. El riesgo en el momento de la avalancha era de Nivel 3 (notable) pero aún así, decidieron salir fuera de pista para disfrutar del freeride. 

 

Pensar que por llevar el equipo de A.R.V.A., sonda y pala ya es suficiente para estar seguro fuera de pistas es, cuanto menos, una temeridad que pudo haberles costado la vida. 

 

El hecho ocurrió cuando varios esquiadores atravesaron una ladera que por sus características, nunca deberían haber cruzado:

 

 

Cara norte, pendiente entre el 30% en la zona de corte de la placa y 45 % en la corona y profundidad de la capa de nieve de 20 a 40 cm. De libro.

 

Ocurrió lo que tenía que pasar. Tras el paso de varios de ellos (en avalanchas de este tipo suele ocurrir que no es el primero quien la desencadena), el quinto esquiador produjo la ruptura de la placa de nieve quedando sepultado y la nieve en su descenso descontrolado, arrastró a los otros cuatro que no habían establecido un punto de seguridad y estaban completamente expuestos, tal como se ve en el vídeo. 

Dos de ellos quedaron completamente sepultados, uno fue arrastrado durante un kilómetro, y otros solamente semienterrados. 

Gracias a que todos disponían de aparatos A.R.V.A pueden contarlo, eso y que la suerte y la Virgen vinieron aquél día a verles, aunque tres de ellos sufrieron lesiones de distinta consideración.