Aunque para muchos parece una experiencia lejos de su alcance, lo cierto es que las posibilidades de deslizarse fuera de pistas gracias al transporte en helicóptero a un buen número de montañas en todo el mundo, sin dejar de ser en algunos (bastantes) casos algo muy exclusivo, es algo que está más cerca cerca de la realidad de lo que imaginamos. 

 

Cerca de nuestro entorno, el Valle de Arán o Andorra pueden ser un buen ejemplo de ello. Existen en estas dos zonas del Pirineo varios operadores que, siempre acompañados por guías titulados de alta montaña, permiten a partir de 290 € (modalidad classic) por dos descensos para grupos cerrados de cuatro personas. Los precios aumentan según la cantidad de bajadas que se pretendan hacer hasta llegar a la máxima categoría (el límite lo pone cada uno) en el que en la práctica, lo que haces es alquilar el helicóptero y todo lo necesario para esquiar con seguridad (guías, equipo de sonda, pala y DVA o ARVA, mochilas airbag, etc.)**

 

El Valle de Arán ofrece una experiencia de Heliski de 400 Km2. Foto: Pyrenees Heliski 
 

En los Alpes, las posibilidades aumentan (y también los precios) y desde lugares como Chamonix o Morzine/Avoriaz (OjO, en Francia no se permite el heliski) se puede acceder a los backcounties del lado italiano (Courmayeur), otra sorpresa agradable la encontramos en el (Piemonte italiano) donde el heliski se practica con cierta profusión en Sestrière donde es posible hacerlo en muchos de los picos que rodean el dominio de la Via Lattea, o llegar a los glaciares de la vertiente suiza de los llamados Alpes del Mont-Blanc, como el Trient al sur de Martigny o el Boveire junto al Petit Combin (3672 m) o el Rosablanche (3336 m). Los precios en modo Classic desde Francia rondan entre los 300 y 400 euros. Desde Sestrière las tarifas empiezan en los 200 euros por un descenso por persona.

En Suiza, también es posible la experiencia heliski en el Valais desde lugares como Verbier, Arolla o Zermatt. Como es de suponer, estas tres exclusivas estaciones de esquí lo cobran bien y, en grupos de cuatro, sale a partir de los 375 € por persona.

 

Dos interesantes opciones para hacer heliski en Europa son, además de la de países como Austria (Tirol) o Italia, son los programas en el Ártico (Groenlandia e Islandia) y Rusia (en la remota península siberiana de Kamchatka y en Krasnaya Polyana, cerca de la ciudad de Sochi en el Cáucaso). 

 

Canadá es probablemente el paraíso internacional del Heliski. Foto: Last Frontier Heliskiing/Grant Gunderson
 

Pero sin duda, el lugar donde el heliski (First Class) está más extendido y es marca de la casa, se encuentra en la Columbia Británica en Canadá. Allí, en lugares como Golden, Bighorn en Revelstoke, Ripley Creek o Cariboo y Monashee Mountains, se puede ir pernoctando en exclusivos lodges a lo largo de sus extensas áreas freeride; la experiencia es extraordinaria y, si no fuera por los miles de euros que supone (entre seis a ocho mil, y de ahí para arriba), el que aquí escribe, ya estaría allí para practicarlo. Pensándolo bien, Valdez o Haines en Alaska en los Estados Unidos, tampoco son mala idea.