Leysin, oxígeno puro en los Alpes suizos
Leysin, oxígeno puro en los Alpes suizos
A 1.263 msnm. Leysin es uno de los pueblos más elevados del cantón suizo de Vaud. Sus inicios se remontan al año 515 d.C. con la fundación de la Abadía real de St. Maurice, situada en el valle del Ródano. Al parecer, algunos pobladores del valle marcharon a la montaña, escapando de los ladrones de la época y fundaron este pueblo. En 1445 Leysin obtuvo permiso para construir su propia iglesia, que podrás visitar aún en la actualidad.
En muchas casas de Leysin encontramos la antigua tradición suiza
La antigua iglesia de Leysin aún sigue en pie
Pero fue en 1789 cuando empezó a conocerse internacionalmente, gracias al británico Thomas Malthus, quien se dio cuenta de que la esperanza de vida en este pequeño pueblo era mayor que la de los vecinos europeos. La gente empezó así a mandar a sus familiares enfermos a sanar a Leysin y el pueblo fue creciendo cada vez más. Se construyeron hoteles y clínicas para albergar a los enfermos que llegaban buscando el aire mágico de las montañas. Pacientes con tuberculosis recibían un tratamiento a base de sol en las terrazas de las clínicas de Leysin.
Una de las clínicas abandonadas recuerdan lo que fue Leysin en el siglo pasado
La idea de transformar Leysin en un lugar para el deporte de invierno empezó en 1903 pero le costó hacerse un hueco ya que las clínicas acaparaban todo el poder. Sin embargo, tras la segunda guerra mundial y el descubrimiento de los antibióticos, muchas clínicas se vieron obligadas a cerrar y así empezó a tomar forma el nuevo modelo turístico de la localidad. Hoy en día, Leysin tiene una capacidad para más de 10.000 visitantes y evoluciona sin descanso.
Antigua quesería en la ladera de la montaña. En verano volverá a estar activa.
Con toda esta historia, Leysin se convierte en uno de los lugares donde mejor podremos conocer la tradición alpina y la evolución del sector turístico en Los Alpes. En un mismo día pasaremos por el pasado, presente y futuro de la cordillera más importante de Europa. Nos encontraremos con las típicas casas de madera, pero también con hoteles de 4 estrellas e incluso con antiguas clínicas abandonadas que dan un aire lúgubre al lugar.
La madera se une con el acero en la polifacética Leysin
La estación de esquí es suficientemente grande para poder disfrutar durante unos días y además va a expandirse el año que viene anexionando unos remontes que son, hoy en día, accesibles únicamente en autobús. Las pistas de la zona alta son cortas, pero con bastante pendiente. Además, la estación tiene mucho encanto, ya que casi en cada esquina aparece una antigua casita de piedra que le da un toque muy rústico. El descenso hasta el valle es largo e interesante, con muchas posibilidades de “freeride” cercano a la pista. Asimismo, cerca de Leysin encontramos otras estaciones de esquí que nos permiten variar durante la estancia.
Preciosas vistas y muchas posibilidades de freeride
A parte del esquí, encontramos en invierno una enorme oferta que nos mantendrá ocupados durante toda la estancia: el famoso toboganning, innumerables rutas con raquetas, rincones con vistas espectaculares, piscinas cubiertas, pistas de curling, etc. Y a partir de este año también se ofrece la escalada en hielo en el pico del Tour de Mayen, uno de los dos famosos picos del lugar.
Los icónicos picos de Leysin Tour de Aï y Tour de Mayen
Del 23 al 26 de Marzo se celebra además un conocido festival de música para que combines tus esquiadas con otros eventos culturales.
Buscando romper moldes y ampliar cada año su oferta, en Leysin se puede ahora contraer matrimonio sobre la prestigiosa nieve de las montañas suizas. Los precios son elevados pero una boda en Los Alpes no se tiene todos los días: paseo en carruaje (500 francos), privatización de la capilla (800 francos), reportaje fotográfico / vídeo (750 francos) o helicóptero (700 a 1200 francos). Este año se realizó una boda de prueba entre dos chinos de una de las escuelas locales. Aunque el principal objetivo de esta campaña es el sector asiático, en Leysin están convencidos de que para muchas otras nacionalidades será también una apuesta interesante. ¿Veremos a algún español casarse allí?
En Leysin puede uno hasta casarse
LO MEJOR
El contraste entre pasado, presente y futuro que se ve a lo largo y ancho del pueblo.
Muy adaptado para las vacaciones familiares, sin dejar de lado al público juvenil.
Las vistas tanto del lago Leman como del Mont Blanc son espectaculares.
La cantidad de actividades es casi ilimitada
Una gran oferta culinaria donde encontrarás desde los platos más típicos suizos hasta cocina moderna
Al ser tan grande, los turistas se reparten y no se ven aglomeraciones
Con un poco de suerte se curarán tus enfermedades
LO MENOS BUENO
El boom que se dio en el siglo XX, permitió la proliferación de edificios grandes y feos que aún perduran y urbanizan algo la montaña
Los remontes son demasiado antiguos. Los telesillas por ejemplo son de velocidad única.
Casi todo en Leysin mira al sur. Si bien esto aporta sol y salud, también hace que la nieve se derrita más rápidamente.
Desde Lugares de Nieve le agradecemos a Corinne Bezençon, y a toda la oficina de turismo de Leysin, su compañía y apoyo, durante la realización de este reportaje.
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