Esquí en el Valle de Aosta
Monte Bianco o Mont Blanc desde Courmayeur
El viaje empieza unos meses antes, cuando tenemos que decidir a dónde ir. Barajamos volver a Dolomitas, donde hemos ido las cuatro últimas temporadas, pero, al final, decidimos seguir conociendo nuevos lugares. Otro problema que teníamos eran las fechas, al ser la temporada muy apretada y sólo nos quedaba después de Semana Santa, en abril, y muchas estaciones cerraban esa semana. Como problema de nieve no había, el único que nos podíamos encontrar era el de la calidad de la nieve, pero todo lo contrario, cantidad, calidad y muy buen tiempo.
Después de tener el coche preparado y cargado, salimos de Vielha (Val d’Aran) con idea de llegar a primera hora de la mañana a Chamonix y aprovechar, ya que pasábamos por ahí, para “conocerlo” y esquiar.
Lunes, 1 de abril, LES GRANDS MONTETS. Mucha gente y colas.
De los varios dominios de esquí que hay en Chamonix nos decidimos por Les Grands Montets (1235m -3300m). Tiene las pistas repartidas en tres vertientes (el glaciar de Argentière, Lognan y La Pendant) ofrecen una amplia selección de grandiosas pistas múltiples y de recorridos fuera de pista. Nos encontramos con muchas colas debido a que era lunes de Pascua, fiesta en Francia. El teleférico que da acceso al glaciar tenía más de 1 hora de cola por lo que descartamos subir dedicándonos a esquiar por la estación, disfrutando de un día excepcional, de una vistas maravillosas, donde el panorama de los Drus, la aguja Verde, las agujas de Chamonix y el glaciar de Argentière es grandioso, y una nieve polvo espectacular en toda la estación.
Algunas cifras: 56km de pistas. 32 pistas de las cuales 6 pistas negras, 4 rojas, 5 azules y 1 zona de nuevo deslizamiento.
Por la tarde, con las piernas cansadas, tomamos el coche y nos dirigimos al túnel del Montblac. En el peaje del túnel optamos por la tarifa de ida y vuelta de 51€ contra los 40,90€ sólo de ida. El viaje entre Chamonix y Courmayeur dura poco más de media hora.
Nos dirigimos a Morgex, población a 10 Km de Courmayeur, donde teníamos el apartamento que alquilamos. Elegimos esta población por estar equidistante de las estaciones del Valle de Aosta. A lo largo de una semana de esquí queríamos hacer descensos e itinerarios nuevos cada día, e incluso cruzar fronteras. Una semana a prueba de aburrimiento, para explorar todos los grandes territorios de esquí del Valle de Aosta: Breuil-Cervinia/Valtournenche, La Thuile, Courmayeur y Pila. Del Monte Blanco al Cervino, de Italia a Francia y a Suiza.
Por cierto, el apartamento totalmente aconsejable, limpio, amplio, cocina y baños bien equipados, con buena calefacción, wifi libre, y vistas al Monte Bianco. Unos amigos de Baqueira, Judit y Xavi, nos pusieron en contacto con unos amigos suyos en Courmayeur, Marcella y Attilio, quienes nos encontraron el alojamiento y, por supuesto, todo el asesoramiento que uno se pueda imaginar. Marcella, colega de profesión, es profesora de esquí en Courmayeur y ex corredora del equipo italiano. Por su parte Attilio pertenece a la Società Guide Alpine Courmayeur como guía de alta montaña.
Martes, 2. COURMAYEUR. Menudo día. Impresionante ver amanecer con vistas al Monte Bianco.
Aquí amanece mucho más temprano que en España, casi una hora antes, pero la hora es la misma. Desde la ventana de la habitación era impresionante ver como al Monte Bianco estaba iluminado por el sol, mientras que en el fondo del valle apenas había amanecido. A las siete de la mañana el sol lucía con toda su intensidad, sin ninguna nube que interrumpiera su brillantez.
Nos desplazamos hasta Courmayeur en poco más de 10 minutos. La estación se encuentra enfrente de la población, atravesando el río. Dejamos el coche en un amplio aparcamiento al pie de una moderna instalación del telecabina Dolonne. En taquillas compramos los forfaits, el de Begoña de 6 días (240€) para todo el Valle de Aosta, yo, al ser profesor de esquí, tenia que sacarlo cada día y en cada estación. El más barato 9€ (La Thuile), el más caro 30€ (Cervinia-Zermatt)
Con el telecabina se llega a Plan Chreouit es el punto de mayor concentración de esquiadores y de restaurantes; se puede optar dirigirse a cualquier parte e la montaña gracias a que encontramos dos telesillas y un telecabina que parten de este lugar. Desde Col Checrouit se accede a las zonas de Plan de Gabba, Bertoli y Zerotta son las más sombrías y con bosque, por lo tanto, con muy buena calidad de nieve polvo, lo que motiva que sea la zona de mayor afluencia de esquiadores, eso sí, sin colas.
Dos viejos teleféricos nos llevan a la parte más alta de la estación, es la zona de Yula, desde donde contemplamos las espléndidas vistas, por un lado el valle, por el otro, las impresionantes montañas de los Alpes presidiendo siempre el omnipresente Mont Blanc o Bianco.
Begoña se va por la pista y yo desciendo una bella pala, debajo del teleférico, con nieve virgen hasta la rodilla. Más abajo nos reunimos y seguimos esquiando por pistas amplias y bien pisadas.
Es muy recomendable descender, una o varias veces, la pista de Dolenne, la que baja hasta Courmayeur, a primera hora era el mejor momento pues la pista desciende hasta 1224 m y la trasformación de la nieve a esta altura era segura.
Acabada la jornada de esquí hay que pasear por Courmayeur. Una calle peatonal atraviesa el pueblo con tiendas de marcas glamorosas y de todo tipo, cafeterías y sus terrazas animadas, la casa de los guías con su museo de montaña, etc., nos permite saborear el ambiente alpino de la población.
Miércoles, 3. ESPACE SAN BERNARDO con LA THUILE (Italia) y LA ROSIÈRE (Francia). Otro día de buen tiempo y buena nieve.
Sobre las 9,10 de la mañana estábamos en el coche dirección al Espace San Bernardo, un espacio que cuenta con 150 Km. de pistas a ambos lados del pequeño San Bernardo. Poco antes de las 9'30 estábamos en La Thuile, el lado italiano.
Dejamos el coche un poco más allá del telecabina de Les Souches, nos colocamos las botas, cojemos los esquís y nos dirigimos al telecabina.
Encima de las taquillas tenemos las banderas del idioma que hablan en cada una de ellas. En la española nos atiende muy amablemente una chica argentina, la cual nos da unas serie de consejos y recomendaciones.
Vamos subiendo entre un bosque de coníferas y contemplando el paisaje que da hacia el pueblo. Una vez llegamos a la parte superior del remonte, el paisaje cambia encontrándonos con una montaña despejada de árboles, brillante gracias a la nieve polvo.
Nos desayunamos la pista negra que veíamos y que desciende hasta la base de la estación, salvando 710 m/desnivel. Volvemos a subir, esta vez hasta la cota más alta, vemos que del lado francés está nublado y nos hacemos algunos descensos más.
Cuando vemos que el cielo va abriendo alguna “fenêtre” (como dicen en Francia cuando se abre el tiempo) pasamos al lado francés, a La Rosiere, el lado soleado del especio, extiende sus pistas en la ladera sur del Monte Valais. Entre los dos el Col Petit St Bernard, que une las dos estaciones.
Descendemos por pistas anchas, con un panorama impresionante del valle de la Tarentaise, hasta el telesilla Petit Bois y, luego, hasta la base de La Rosière para, desde aquí, ir volviendo a La Thuile.
La Thuile, en lado norte tiene una nieve de alta calidad y con vistas a la montaña más alta de Europa, el Monte Bianco. Desde la zona de Belvedere, a 2641m, descendemos por varias pistas de este lado de la montaña. El descenso por la pista 7, denominada San Bernardo, es muy bonita y larga. Donde más disfrutamos es en la pista 3, dedicada a Franco Berthod, una de las pistas más difíciles gracias a su 73% de pendiente máxima. La pista está completamente cubierta de nieve exquisita y siempre a la sombra que da el bosque de alerce, excepto en el tramo final. Descendemos varias veces por este lado de la estación alternando con la pista 2. En el momento que las piernas empiezan a marcar “la reserva” es hora de abandonar y regresar al coche.
Un paseo y alguna compra vale la pena hacer, en el bonito pueblo que le da el nombre a la estación.
Jueves, 4. Estación de PILA. Amanece cubierto, con nubes altas.
Cerca de media hora es lo que nos separa Morgex de la ciudad de Aosta (40.000 habitantes) , donde se encuentra la estación de esquí Pila.
Al amplio aparcamiento se llega siguiendo las indicaciones que lo van marcando desde la entrada a la ciudad. Una vez equipados con las botas, los esquís y el forfait nos montamos en un moderno telecabina, a 579 m/alt. La longitud total es de 5,1 kilómetros, con una base inferior en la ciudad, y otra en la misma estación de esquí, haciendo de Aosta pie de pistas. A una velocidad de 6m/s, separa la ciudad de la estación de tan solo 17 minutos. Después de pasar por encima del río y de la autopista, empieza a subir atravesando prados, algunos con ganado pastando, cortando la serpenteante carretera que da acceso a granjas y a la estación. Poco después se adentra en un bosque donde aparece la nieve, estamos a 1300 m/alt. Después de dos estaciones intermedias llegamos al final del remonte donde se encuentran la mayoría de resturantes, escuela, etc. Nos colocamos los esquís y descendemos unos metros hasta el telesilla que recibe el nombre del bosque que atraviesa, Chamole. En la parte superior tenemos varias pistas impresionantes y bellas, son la 1, la 2 y la 3, pero la 2 es la “más”.
Aunque es una estación pequeña, tiene muchas posibilidades por la gran cantidad de pistas rojas, las negras son pocas pero de verdad, largas e intensas. Vale la pena descubrir esta estación, recomendable.Hasta ahora, como he comentado anteriormente, teníamos el cielo cubierto pero con visibilidad buena, relieve aceptable y un paisaje bonito. Cuando decidimos subir a la parte más alta de la estación se nos va echando la niebla y empieza a nevar (como si no lo hubiese hecho en todo el invierno). Llegamos a 2777 m en un telesilla muy largo, de pinza fija y el paisaje nos lo tenemos que imaginar así como la pista negra que descendemos, pero intuimos que es fuerte. El resto del día lo pasamos descubriendo el resto de la estación, aunque en algunos momentos vamos a tientas.
No hay más fotos por la niebla.
Después de esquiar vale la pena darse una vuelta por Aosta y descubrir las huellas visibles en un compendio de historia romana y medieval con importantes monumentos, como el Arco de Augusto, la Porta Praetoria o la muralla de la ciudad. De gran interés es la Catedral de Santa María Asunta; el centro se puede recorrer casi por completo en una larga y placentera caminata hasta la Plaza Chanoux .
Viernes, 5. COURMAYEUR. Repetimos con otro espectacular día, de solo y nieve nueva.
Después del día de ayer de mal tiempo hoy nos encontramos con una estación que nos ofrecía sus mejores galas.
Nos dedicamos a realizar varios “fuera pista” por nieve virgen y repasar todas aquellas pistas que nos gustaron el martes haciendo bajadas “simpa”, desde las cotas más altas hasta las bajas.
Otro paseo por Courmayeur y a descansar.
Sábado, 6. Esquí sin fronteras, CERVINIA Y ZERMATT. Esquiar a 3883 m/alt.
El Dominio de Breuil Cervinia-Valtournenche-Zermatt es uno de los más grandes de los Alpes, y en plena temporada llega a alcanzar los 350 kilómetros de pistas esquiables repartidos por tres valles situados entre Italia y Suiza, con una cota máxima de 3.883 metros situados en el Piccolo Cervino.
Madrugamos con la idea de llegar temprano y aprovechar el día al máximo. Eran tantas las ansias de esquiar y conocer este dominio que nos quedamos en Valtournenche. Fuimos enlazando un telecabina y tres telesillas, desde los 1524 m hasta los casi 3000, para pasar a la zona de Brueil. En este punto se nos mete la niebla y tenemos que ir siguiendo muy bien las balizas. Llegamos al teleférico para enlazar Cervinia al Plateau Rossa, a 3480 m/alt., la parte suiza de Zermatt.
Desde el Plateau Rosa no podemos contemplar nada del paisaje debido a la niebla. Empezamos a descender por una pista muy suave en la vertiente Suiza . Al poco rato la nubes se tornan más claras hasta que desaparecen y nos encontramos con un cielo totalmente azul y unas fascinantes vistas, entre ellas el Matterhorn.
Bajamos por pistas muy amplias siguiendo las flechas que indican Zermatt. Dejamos la parte más alpina nos adentramos en pistas que se estrechan convirtiéndose en carreteras. Llegamos a la parte de bosque y ya divisamos la población de Zermatt, esquiamos junto al río y llegamos a la cota más baja, a 1620 m/alt. ¡Hemos hecho un descenso de 1860 m/desnivel!
Volvemos a ascender y disfrutar de la excelente nieve, esquiando a la sombras del Matterhorn. Subimos en teleférico a Klein Matterhorn, a 3883 m/alt. Hay que imaginarse como debieron construir en esa roca la estación superior del remonte. Una vez salimos al exterior, después de atravesar a pie un largo túnel entre la roca, dedicamos un buen rato a maravillarnos de las vistas y, por supuesto a fotografiarlas. Nunca hemos esquiado a tanta altura. Las pistas no tienen mucha gente y no ofrecen ninguna dificultad pudiéndonos dedicar a carvear.
Vemos que nos queda por conocer el área de Gornergrat y Rothorn y decidimos que volveremos al día siguiente.
Hay que controlar los horarios para volver a la zona de Valtournenche. Tomamos el larguísimo y lento telesquí que hace la ruta en dos etapas hasta el paso para saltar a la zonas de Breuil y Valtournenche y dedicarles la tarde. La verdad, las disfrutamos mucho. La comida es mejor hacerla en este lado de la frontera, la diferencia de precios es abismal.
Domingo, 7. Esquí sin fronteras, CERVINIA Y ZERMATT. Otra vez.
Regresamos al día siguiente con un día soleado. Aparcamos en Breuil. Se nota que es domingo por la cantidad de gente y por la dificultad en aparcar aunque tenemos suerte y lo hacemos junto al telecabina. En la parte superior, un gran edificio con las escuelas, tiendas y cafeterias.
El panorama es muy bonito. Tomamos dos telesillas desembragables hasta el paso Theodulpass donde saltamos a la vertiente Suiza. Aquí nos encontramos lo contrario que el día anterior, en Suiza está nublado.
Bajamos hasta Zermatt para, desde aquí, tomar los remontes que nos acceden hasta el área de Gornergrat. Uno de los remontes más curiosos, para nosotros, en el tren que sube hasta 3080 m/alt. y que tomamos en dos ocasiones. Esquiamos toda la mañana en estas áreas y en la de Rothorn donde disfrutamos mucho más que el día anterior. Aquí las pistas son más largas y exigentes.
Iniciamos el regreso y subimos hasta el Klein Matterhorn (3480) y desde aquí iniciamos un descenso sin parar hasta Breuil-Cervinia (2050) de, atención, ¡1430 m/desnivel!, con unas condiciones de nieve inmejorables para ser el mes de abril.
Pasamos la tarde esquiando en Breuil - Cervinia hasta que cerraron los remontes. En la última subida, una familia tenia que regresar a Zermatt cuando todos los remontes que dan acceso a los pasos ya estaban cerrados. En el pueblo nos comentaron que tenían dos opciones, quedarse a dormir y pasar a la mañana siguiente o un viaje en taxis de unas cuatro horas. Por eso, hay que prestar mucha atención a los horarios que marcan en los remontes para regresar.
Esquiar en el Valle d'Aosta, entre los gigantes de los Alpes —Mont Blanc, Gran Paradiso, Monte Rosa y Cervino— siempre es una experiencia especial. Hasta la próxima.
DATOS:
Coche:
· Kilómetros: 854 Ida más los realizados por Aosta.
· Autopista: 202 €, ida y vuelta.
· Túnel Mont Blanc: ida y vuelta: 51€, la vuelta caduca a los seis días.
Aparcamientos. Todos los días y en todas las estaciones hemos aparcado gratuitamente en las proximidades al remonte principal.
Forfait.
· 240€ = 6 días, valido para todo el valle. Atención, no incluye Zermatt. Si incluye el Espace Sant Bernard, La Thuile y La Rosière
· Cervinia-Zermatt 1 día 70’50 €
Comidas:
· En pistas son más baratas que en las estaciones del Pirineo español.
· En las poblaciones son similares a España.
· Las bebidas son de precio similar a las estaciones españolas, el café es comparable a las ciudades españolas.
Apartamento:
· 600 € = siete noches
· capacidad: 2 a 6 personas
· 80 m2
· a 1 Km de la autopista.
· Bares y colmados
· Fácil aparcar
· Trato exquisito
Distancias entre Morgex y…
· Courmayeur: 10 Km.
· La Thuile: 14 Km.
· Aosta - Pila: 27 Km.
· Cervinia: 72 Km
· Túnel Mont Blanc: 26 Km.
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