Balance de un invierno esquivo que ha puesto "patas arriba" la temporada de esquí
La temporada pasó del poco al mucho en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, demasiado tarde para algunos. Foto: intermundial
Mié, 11/05/2016 - 19:41
Raro, raro, raro es lo menos que se puede decir del esquivo invierno que ha puesto patas arriba los cimientos de la temporada 2015/16 y, en consecuencia, ha dejado un balance dispar en los resultados de nuestras estaciones
Además de irregular en muchos aspectos que seguro que se analizarán hasta la saciedad y darán lugar a multitud de teorías, cuanto menos, hay que reconocer que la Temporada 2015/16 ha sido realmente curiosa. En dos fases completamente opuestas, empezaba el invierno inusualmente seco y templado para pasar a ser húmedo y frío después, (es decir al revés de como debería ser) restándole vida y protagonismo -hoy mismo, 11 de mayo, nevaba en La Pinilla (Segovia)- a la mismísima primavera. Lo que hay que ver.
Parece que la Naturaleza nos haya querido gastar una broma o al menos, ponernos a prueba, y dejarnos claro si no lo teníamos ya, que es ella, y solo ella, la que manda. De sobra sabrá porqué lo hace, razones no le faltan. Es cierto que las estaciones de todo el mundo han hecho grandes esfuerzos por controlar en la medida de lo posible los tiempos de las temporada de esquí; los avances en la producción de nieve artificial y de predicción neteorológica son un buen ejemplo, pero por si acaso (y por mi que siga siendo así), ha dado un golpe sobre la mesa para recordarnos quién manda aquí.
Hora de hacer hacer cuentas
La campaña Invernal de esta mitad del planeta que ya ha llegado a su fin no se podrá considerar como buena en términos económicos si hacemos la media; sí para algunas estaciones, no tan mala como habría podido ser para otras y "annus horribilis", por desgracia, para un tercer grupo con menos fortuna. Tarde, pero llegó la nieve y tras ella el frío que cambió radicalmente el panorama en todos los centros invernales y a la postre se pudo esquiar, y en muy buenas condiciones, con un buen mes de marzo que incluía una feliz Semana Santa por todas partes, equilibraron un tanto la situación después de un arranque para olvidar.
La nieve llegó y en cantidad, pero los días perdidos ya no se pudieron recuperar. Foto: Valgrande-Pajares
Tarde o temprano, con sufrimiento -el "ay, ay, ay" nos ha acompañado de principio a fin- y muchísimo esfuerzo por parte de las estaciones y sus equipos -los maquinistas han hecho viguerías para conservar la nieve- que han visto las orejas a lobo en algún momento (a algunos les ha llegado a morder), pudimos ponernos la tablas en una de las temporadas más raras que se recordarán. Echemos un vistazo
Pirineo catalán
Las cinco estaciones del Grupo FGC terminaban con 474.752 forfaits vendidos de los que la mitad corresponden a La Molina. Satisfacción también en Espot y Port Ainé por sus 178.000 visitantes. En el caso de Vallter y Vall de Núria, los resultados han sido más discretos.
Por su parte, Masella también presenta números en positivo gracias, principalmente, a su apuesta por la producción de nieve en todos sus sectores, lo que les ha permitido estar abiertos durante más de 150 días y a los 29.000 usuarios del esquí nocturno.
Con cerca de 900.000, Baqueira Beret incrementa en un 12 % la cifra de esquiadores que la visitaron el año pasado. Un gran dato del que sentirse orgullosos que no es casualidad dada la situación de fortaleza que mantiene el Resort del Valle de Arán.
La profesionalidad de maquinistas, productores de nieve y operarios ha sido claves. Foto: José Otero Grandvalira
Aragón
A pesar de las duras pruebas a las que nos ha sometido el invierno, las estaciones del Grupo Aramón han batido el récord de los últimos cinco años con más de un millón de esquiadores entre Formigal, Panticosa, Cerler, Javalambre y Valdelinares. ¿Las claves?: además de sus pistas, la oferta de ocio y actividades alternativas que han ofrecido durante 135 días.
Pirineo francés
En la cara norte también han respirado tranquilos nuestros vecinos. Por un lado, el Grupo N´PY Nuevos Pirineos han "hecho los deberes" esta temporada, no sin esfuerzo, presentando una facturación de 50 millones de euros y más de 2 millones de días de esquí* entre las estaciones de Piau Engaly, Cauterets, Grand Tourmalet, Peyragudes (las más destacadas), Luz-Ardiden, Gourette y La Pierre Saint-Martin, estas dos más castigadas por el influjo atlántico que este año no ha sido favorable. Si añadimos los excelentes resultados del Espacio Freeride del Pic de Midi, el Grupo Francés se consolida como una gran alternativa de esquí en territorio galo.
Del otro, satisfacción en Altiservice, con Saint-Lary a la cabeza, el Grupo ha facturado 28 millones de euros y 1,1 millones de días de esquí junto a Font Romeu -que ha crecido un 5%-, Guzet y Artouste, esta última bastante más desfavorecida con la única alternativa de un Tren turístico a falta de nieve.
Cambio radical en las estaciones cuando por fin llegó el invierno Photo: Jan Etxe/Gourette y Maison Casaux
Andorra
Cifras de récord las que nos llegan desde el pequeño país de los Pirineos. Nada menos que 1.730.000 forfaits los que ha vendido Grandvalira, un 4% más que en 2014/15, en una temporada de 135 días en la que ha sido sede de grandes eventos deportivos como la Copa del Mundo femenina de esquí alpino, KL, Freeride Junior World Championships, Skiers Cup... No habrá sido de las más largas que recuerden, pero sí de las más intensas. Las inversiones y el trabajo que realizan le da sus buenos frutos a la estación andorrana.
Es el turno de Vallnord, que a opinión del que escribe, ha acertado con la política de "juntas pero no revueltas" de sus estaciones. Por un lado, Ordino-Arcalís sonríe contenta tras el trabajo realizado y un 46% más de beneficio, mientras que su hermana de Pal-Arinsal ha obtenido un saldo positivo tras cerrar caja con los mejores resultados de los últimos 10 años y una facturación de 15,5 millones de euros.
A destacar también Naturlandia que ha vendido este año el doble de forfaits que el año pasado.
Grandvalira y Andorra se abren al mundo celebrando grandes eventos deportivos. Foto: Grandvalira
Norte peninsular
Duele tener que decirlo, pero los resultados de esta campaña no han sido positivos en esta zona. Las previsiones apertura de las estaciones de la cornisa cantábrica no se cumplieron y se perdieron muchos días de esquí. La temporada ha sido especialmente corta y lógicamente, los resultados no han sido buenos.
En León, San Isidro y Leitariegos, aunque alargaron todo lo que pudieron la temporada, saldaban el ejercicio con 128.514 días de esquí, casi 50.000 menos que el año anterior.
Más o menos igual suerte corrían Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno en el Principado de Asturias que con 82.000 esquiadores, se quedaban cerca de un 30 % por debajo del pasado ejercicio.
Alto Campoo y una de nuestras lugareñas favoritas cerraban así la temporada 2015/16 el 2 de mayo
Península Centro
En el interior, ha habido de todo. Sin cifras que lo confirmen, en Valdesquí la ruina ha sido total. La mala suerte se ha cebado con la estación madrileña. Una lástima porque no será que no lo hayan intentado. Algo mejor le ha ido al Puerto de Navacerrada, que con las pistas de la zona baja y sus servicios turísticos, ha ido haciendo defendiéndose con uñas y dientes buena parte de la temporada.
En la vertiente segoviana, La Pinilla ha tenido una temporada corta pero intensa y ha sido, de largo, la que más esquí ha podido ofrecer en el Sistema Central gracias a la potencia de sus cañones y a la valentía a la hora de hacerlos funcionar, recibiendo con una buena base las nevadas que acabaron llegando a finales de febrero. No hay datos oficiales de momento.
Como pudo, La Covatilla/Sierra de Béjar se defendía como gato panza arriba y ha presentado sus buenos 7000 euretes de beneficio. No es mucho, pero menos da una piedra.
Con una temporada 40 días más corta que la anterior, Valdezcaray ha recibido más de 90.000 visitantes, un 31% menos. El invierno no ha sido generoso con la estación riojana este año.
Corta pero intensa la temporada de esquí en la Pinilla (Segovia)
Sierra Nevada
Por último, el singular caso de la estación andaluza. El invierno ha sido particularmente difícil por las características de uno de los más importantes resorts de esquí del sur de Europa. Sierra Nevada, por su altitud suele ser cada año una de las que más días de nieve ofrece cada año, y desde aquella nefasta campaña de 1995 en la que tuvo que posponer por falta de nieve hasta el 96 la Copa del Mundo de esquí alpino, no se recordaba una cosa igual.
Aquellos eran otros tiempos, y hoy en día, a pesar de la importante infraestructura de nieve artificial que posee actualmente y ser una de las primeras en abrir sus remontes el invierno 2015/16, las caprichosas condiciones climáticas que ha soportado, no permitieron a la estación granadina estar en pleno rendimiento hasta bien entrado el mes de febrero.
Sin embargo, con muy poca superficie esquiable y sacando de donde no hay, Sierra Nevada se ha ido inventando cada día poniendo al "buen" tiempo buena cara y con esquí nocturno, actividades turísticas y un sinfin de alternativas para obtener el fruto que el invierno le negaba.
Así estaba Sierra Nevada tan solo a 5 días de dar por finalizada la temporada de nieve
Al final, con cerca de 820.000 visitantes, un 20 % menos que en 2014/15, de los que 600.000 largos no llegaron hasta los últimos días de febrero; al menos, la estación ha podido generar recursos que han permitido, aunque no a las revoluciones deseadas, ser el importante motor económico y de creación de empleo que es.
En conclusión, lejos de que el análisis se convierta en un baile de cifras más o menos positivas, en una temporada rara donde las haya como esta, en la que el invierno nos ha dado "zas" en toda la boca, las veces que ha querido y nos ha llevado de cabeza cuando se requiere de una profunda reflexión, además de la "cosa" climática, sobre los hábitos de los esquiadores, sobre todo en un país como el nuestro que en lo que se refiere a cultura de nieve, salvo excepciones, aquél día no fue a clase.
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