Esta noticia, celebrada por los aficionados a los deportes de invierno, se dio a conocer en un evento de France Montagnes en París, donde también se abordaron los desafíos de las estaciones de montaña ante el cambio climático.

 

Durante la conferencia de prensa, Jean-Luc Boch, presidente de la Asociación de Alcaldes de Estaciones de Montaña (ANMSM), destacó la buena previsión para la temporada en términos de reservas:

 

“Las cifras de reservas son excepcionales, con un aumento de más del 5% para diciembre de 2024 en comparación con 2023, especialmente de cara a las vacaciones de Navidad”.

 

 

 

 

Tignes será una de las primeras en abrir, con una preapertura para profesionales el sábado 16 de noviembre en la cumbre de la Grande Motte, accesible mediante el funicular.

 

Según Frédéric Porte, director de Tignes Développement, "aunque la preapertura está pensada para profesionales, no estará reservada exclusivamente para ellos".

 

 

 

 

En Val Thorens, los preparativos avanzan para la esperada apertura de la estación el 23 de noviembre, coincidiendo con el evento "La Grande Première".

 

Según Vincent Lalanne, director de la oficina de turismo, “se espera que el frío regrese el martes, y necesitamos cinco días de temperaturas bajas para activar los cañones de nieve y garantizar la apertura”.

 

 

Este interés augura una temporada animada en Val Thorens, que atrae tanto a esquiadores principiantes como experimentados en esta primera cita invernal.

 

 

Les Grands-Montets en Chamonix, otra de las estaciones icónicas de los Alpes franceses, también tiene en la mira una apertura temprana. La Compagnie du Mont-Blanc, encargada de la gestión de la estación, anunció en su sitio web una apertura parcial para el viernes 22 de noviembre, siempre que las condiciones de nieve lo permitan.

 

A pesar de la atmósfera de entusiasmo en torno a estas aperturas, los responsables de las estaciones son conscientes de los desafíos a medio y largo plazo que plantea el cambio climático.