El glaciar del Ródano (en alemán, Rhonegletscher y en francés, glacier du Rhône) es un glaciar en los Alpes suizos, la fuente del río Ródano y uno de los principales contribuyentes al lago Lemán situado en el extremo oriental del cantón suizo del Valais. Por todo ello, los suizos no están dispuestos a que a causa del calentamiento global se quede sin sus nieves perpetuas.

 

Con este objetivo, y aunque pueda parecer una broma, los vecinos de la zona de Obergoms, circundante al glaciar, cubren las partes más vulnerables de esta montaña de 3.600 metros de altitud con sábanas térmicas blancas. La manta refleja los rayos solares y reduce la velocidad de derretimiento de los hielos, que está haciendo desaparecer poco a poco el glaciar.

 

 

Hace ya 8 años que esta operación se repite cuando llega la primavera y se prolonga hasta el otoño y es que, según los glaciólogos, como afirma David Volken a la Agencia France Press, “las sábanas pueden reducir el derretimiento estacional hasta un 70 por ciento”.

"Esta técnica funciona porqué las mantas pueden reducir el derretimiento estacional hasta en un 70%" .David Volken. Glaciólogo suizo

El glaciar del Ródano ha encogido unos 350 metros de tamaño desde mediados del siglo XIX, y el proceso se ha acelerado en la última década según Matthias Huss, jefe de la Red Suiza de Monitoreo de Glaciares.
 

Desde hace ocho años, los habitantes de la zona tapan los hielos para que no se derritan.

El cubrimiento del glaciar no es fácil ni barato. La colocación de las lonas supone bastantes horas de trabajo y cuesta miles de euros en material y mano de obra, en su mayoría pagados por los propios residentes locales.

Aunque las sábanas ayudan a reducir la velocidad de derretimiento y que las cavernas de hielo puedan ser visitadas durante el verano, son paliativos temporales. Si nada cambia, se espera que en la próxima década el glaciar pierda la mitad de su volumen actual en un camino con difícil retorno.