Cuando todo parecía de cara para que Grandvalira pudiera ampliar su dominio esquiable desde Grau Roig hasta el Peretol/Bordes d'Envalira, la protección del medio ambiente podría volver a retrasar el proyecto (al menos parte de él).

 

Las obras de una de las dos nuevas pistas previstas (pista Solanell) en el sector de Pas de la Casa-Grau Roig (denominada Valira) comenzaron en primavera y se han detenido ahora -ya estaba previsto en el calendario- como medida de protección del urogallo (gallo de bosque), una especie protegida que habita en la zona.

 

Sin embargo, la construcción de la segunda pista y del telesquí Peu del Bosc sigue pendiente de obtener los permisos pertinentes, según publica el diario Bon Dia de Andorra.

 

 

Este periódico informa que para esta segunda pista, Grandvalira cuenta con los informes favorables por parte de todos los departamentos involucrados, excepto del de Medio Ambiente y Sostenibilidad, que considera que afecta sobre el hábitat del gallo de bosque y en la vegetación de las zonas húmedas. 

 

Siempre según la versión de BonDia, Saetde ha ido respondiendo a las observaciones del Medio Ambiente, que ahora se tendrá que volver a pronunciar y, posteriormente, el Comú de Encamp deberá aprobar la licencia de obras correspondiente para la segunda fase de la ampliación.

 

El experto medioambiental que firma el informe, con fecha de 18 de octubre del 2018, Marc Mossoll, señala que los impactos por degradación del hábitat del urogallo son leves y que no hay fragmentación del mismo debido a las infraestructuras proyectadas. El experto afirma que las pistas a construir, de 30 metros de anchura, no son un impedimento para los desplazamientos urogallo, ya que estas distancias las hace tanto a pie como vuelo directo. 

 

 

Lo que sí se considera "impacto primordial" es la eventual estorbo causado por el esquí fuera pista, que podría ser favorecido por la presencia de la pista Valira, según Medio Ambiente. Para contrarrestar esta observación, Saetde se compromete a usar barreras y redes para cubrir las zonas hacia el bosque del Moretó.

 

En cuanto a la flora afectada, el informe del departamento de Medio Ambiente pedía que se hiciera un inventario florístico en la mollera del río Solanelles y en las demás que se verán afectadas por los movimientos de tierras y por la construcción de los cañones de nieve.

El inventario florístico es el último de los informes presentados por Saetde, en junio pasado, con el objetivo de volver a solicitar la autorización de construcción.

 

 

 

La noticia completa en: Bon Dia