Este brusco cambio se ha manifestado de manera espectacular en las cumbres de distintas partes de la Península, desde los Pirineos hasta Sierra Nevada, que se han vestido de blanco, ofreciendo imágenes invernales desde el Pic du Midi, Candanchú, Astún o o Sierra Nevada.

 

 

Los pronósticos demostraron ser precisos, con copos de nieve que comenzaron a caer a unos 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar y cantidades notables de nieve por encima de los 2.800/3.000 metros.

 

El domingo por la tarde en la región francesa de Occitania, a pesar de un cielo a veces nublado, los habitantes pudieron disfrutar de un regreso al clima seco y soleado. Sin embargo, este lunes ha vuelto una nueva perturbación, acompañada de lluvias y vientos sostenidos, en varias regiones de los Pirineos.

 

 

Aunque con un mes de retraso con respecto al año pasado, la nieve ha llegado también a Asturias, cubriendo los Picos de Europa o Somiedo, donde la cota de nieve se situó en torno a los 1.700 metros.

 

 

 

 

La nieve también hizo acto de presencia en las montañas del Bierzo, donde el descenso de la cota de nieve permitió que los primeros copos cubrieran las montañas.

 

 

En la provincia de León, la cota de nieve se situó entre los 1.600 y 1.800 metros, lo que permitió que los primeros copos de nieve cayeron en lugares como La Cueta, la localidad más alta de la provincia.

 

El brusco descenso de las temperaturas ha traído consigo un cambio en el paisaje, con un fino manto blanco cubriendo la región.

 

 

Finalmente, en Sierra Nevada, la borrasca Aline ha traído consigo los primeros copos de nieve de la temporada invernal, rompiendo con una sequía de meses sin precipitaciones sólidas en el macizo Penibético.