Para muchos San Valentín es una fiesta del amor con un carácter más comercial que realmente emotivo y sentimental. Pero también es cierto que a base de impactos publicitarios sobre este día siempre hay quien encuentra una buena excusa para hacer un regalo a su pareja.

Regalar esquí, un regalo experimental y auténtico para el dia de San Valentín (Foto Ivan Sanz).

Lo cierto es que el día de los enamorados, San Valentín, siempre genera debate, pero dejando de lado si es una fiesta del amor o una jornada de marketing comercial en torno a los sentimientos amorosos, este día puede ser, perfectamente, un día fantástico para ir a esquiar precisamente con esta excusa: porque este año cae entre semana, porque en febrero hay buena nieve y porque no hay mejor regalo para un esquiador que regalar a su pareja un día de esquí romántico en la nieve . Además, que si vuestra pareja no es demasiado esquiadora, cuando reciba este regalo seguro que lo empezará a valorar de otra manera todo lo que se refiere a nieve y esquí.

Te damos 5 razones para celebrar San Valentín esquiando.

1 • Porque coincide en un día laborable

Este año San Valentín, 14 de febrero, coincide con un día laborable, concretamente el jueves. Esquiar, o hacer snowboard, un día entre semana es garantía de vivir una buena experiencia en pistas, ya que habrá menos esquiadores con quienes compartir espacio o silla en el trayecto del remonte y, con menos masificación, más posibilidades de estar tranquilos con nuestra pareja.

2 • Porque es febrero y febrero es sinónimo de buena nieve

Febrero es un mes de buena nieve. Nos encontramos en el ecuador de la temporada, los días de frío riguroso ya van a la baja, las horas de luz ganan minutos cada día a la noche, y parece que la primavera se asoma cada día que avanzamos en el calendario con más insistencia. Febrero lleva acumulada la nieve de los meses de noviembre, diciembre y enero y la fusión de nieve importante aún queda lejos. Las noches son frías y podremos encontrar, muy posiblemente, la mejor nieve de la temporada en pleno febrero. Bueno, muy posiblemente no, seguro que la encontraremos.

3 • Regalar una experiencia

Regalar un día de esquí a tu pareja es siempre un regalo emotivo, más experimental que no material y por tanto, original y auténtico. La experiencia la viviremos mucho más intensamente que no reduciendo la jornada a un regalo material o a una cena romántica, regalos también muy adecuados, por supuesto, pero que siempre los podemos hacer otro día o dejarlos para el año que viene. Además, que, de cena romántica al atardecer, siemprehabrá la posibilidad a la vuelta a casa. Seguro que, si os lo habéis pasado bien de día en la nieve, el día se puede redondear igualmente con una cena romántica.

4 • Porque vivimos unos días anticiclónicos

Si nada lo estropea, y nada lo hace prever, este año el San Valentín será de tiempo anticiclónico. Esto significa un día de sol, cielo azul y viento en calma. ¡Qué día te espera a ti y a tu pareja!

5 • Una comida romántica a 2.000 metros

Y finalmente porque la jornada de esquí la podemos redondear con una comida igualmente romántica en un restaurante a 2.000 metros. Casi todas las estaciones del Pirineo tienen opciones de restaurantes muy auténticos, de ambientación montañera, que convertirán nuestro almuerzo en pistas en una experiencia ideal para celebrar nuestro San Valentín. Con tiempo anticiclónico podremos comer en la terraza, lo que todavía nos hará disfrutar mucho más de nuestro día en la nieve.

No os lo penséis más, este año por San Valentín, queremos veros en pistas con vuestra pareja. Así que a espabilarse, consultarlo con vuestro jefe de personal, vuestra pareja y pediros fiesta para el día 14 y subir a pistas regalando una sesión de esquí sanvalentiniano mutuamente.

¿Qué tal si finalizamos la jornada de esquí de San Valentín comiendo con vistas a la nieve? (Foto: Grandvalira).