El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha anunciado esta semana en la estación de Formigal un ambicioso plan de inversiones que inyectará 78 millones de euros en las estaciones de esquí de la comunidad autónoma.

 

 

"Con esta inversión, damos un paso crucial para asegurar que nuestras estaciones ofrezcan nieve de calidad incluso en temporadas con temperaturas más elevadas", afirmó Azcón.

 

 

El plan contempla una inversión a lo largo de los próximos cuatro años, beneficiando tanto a las estaciones de esquí alpino como a las de fondo.

 

De los 78 millones, 64 se destinarán a las estaciones de la provincia de Huesca, que incluye importantes enclaves como Formigal, Panticosa, Cerler y Astún-Candanchú, con 48 millones procedentes de fondos del Gobierno de Aragón y 16 millones aportados por las propias estaciones.

 

En la provincia de Teruel, los 13 millones de euros se canalizarán a través del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), destinados principalmente a las estaciones de Javalambre y Valdelinares.

 

Este esfuerzo conjunto entre el sector público y privado permitirá que las estaciones puedan realizar inversiones clave no solo en cañones de innivación, sino también en la renovación de maquinaria, la construcción de infraestructuras y trabajos medioambientales esenciales para la sostenibilidad de estos entornos.

 

 

Uno de los puntos destacados de este plan es la incorporación de cañones de innivación de última generación, que permitirán una reducción del 30% en el consumo energético, según explicó Toño Gericó, director general de Aramón, el mayor operador de estaciones en Aragón.

 

Este año ya se ha avanzado con la instalación de 609 nuevos cañones, que han permitido ampliar la superficie innivada en cinco kilómetros.

 

Para los próximos años, se espera continuar con esta expansión, asegurando que las estaciones aragonesas puedan ofrecer un producto competitivo a nivel nacional e internacional.

 

Además de la eficiencia energética de los nuevos sistemas, el plan contempla trabajos medioambientales que buscarán mitigar el impacto de las estaciones en sus entornos naturales.

 

 

 

El impacto económico de las estaciones de esquí va mucho más allá de las pistas. El sector de la nieve en Aragón representa el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad y genera más de 3.000 millones de euros anuales.

 

Este dinamismo se extiende a sectores como el hotelero, la restauración y el comercio en las áreas cercanas a las estaciones, donde se estiman alrededor de 45.000 plazas hoteleras, 6.000 de ellas a pie de pista. En conjunto, el sector genera 1.300 empleos directos y hasta 12.000 indirectos.

 

El gasto medio por esquiador asciende a 100 euros diarios, de los cuales el 80% beneficia a la economía local. Esta cifra refleja la importancia de las estaciones como motor económico en los valles aragoneses.

 

 

 

Con este plan, el Gobierno de Aragón no solo busca asegurar la estabilidad del sector en el corto plazo, sino también su crecimiento a futuro.

 

"Cumplimos con los compromisos adquiridos para garantizar que nuestras estaciones sean competitivas, seguras y sostenibles", señaló Azcón, quien destacó que estas inversiones permitirán afrontar las próximas temporadas de esquí con más tranquilidad y seguridad para los operadores, turistas y habitantes de la región.

 

El primer desembolso del plan comenzará este mismo año, con 12 millones de euros que se invertirán en la instalación de nuevos sistemas de innivación y la modernización de infraestructuras.

 

El proyecto se desarrollará hasta 2027, consolidando a Aragón como uno de los destinos de esquí más competitivos de la península.