Los héroes de los saltos de esquí en España reviven sus vuelos en La Molina
Los jóvenes del equipo español de saltos de esquí en los años 80 y 90.
Mon, 23/12/2024 - 08:40
Un emotivo viaje al pasado que recuerda la historia, el legado y los desafíos de un deporte único en el olvido.
El 6 de diciembre de 2024, un grupo de nostálgicos y apasionados de los saltos de esquí se reunió para revivir los momentos más memorables de sus vidas.
Junto al viejo trampolín de La Molina (Girona), que en su día fuera epicentro de competiciones de renombre de esta disciplina, los miembros del equipo español de saltos de esquí de los años 80 y 90 celebraron un emotivo reencuentro con su antiguo entrenador, el legendario Willi Puerstl.
Fotografía tomada en 2018 del trampolín de 70 m de Font Canaleta en La Molina (Foto: Ivan Sanz)
El excampeón del prestigioso Cuatro Trampolines regresó desde Austria para compartir recuerdos y renovar la llama de un deporte que, aunque olvidado por muchos, marcó un capítulo inolvidable en la historia deportiva de España.
Aunque los saltos de esquí no son una disciplina que tradicionalmente asociemos con España, el país cuenta con una historia rica y diversa en esta modalidad.
Desde principios del siglo XX, varios trampolines diseminados por la geografía española sirvieron como punto de despegue para jóvenes aventureros que deseaban desafiar la gravedad.
Aquí tienes el vídeo del reencuentro de los saltadores en La Molina:
Primeros saltos en la Vall de Núria y La Molina
Los primeros saltos de esquí en España tuvieron lugar en 1907 en Vall de Núria, con un trampolín K-55 construido en el invierno de 1912-13.
Aunque de esta estructura solo quedan vestigios, marcó el inicio de una tradición que perdura en la memoria colectiva.
La Molina comenzó a practicar saltos en 1912, y en 1934 se inauguró su trampolín “Font Canaleta”, donde el noruego Sigmund Ruud realizó un salto inaugural de 38 metros.
La historia de esta instalación evolucionó hasta 1979, cuando se construyó un trampolín de 70 metros que atrajo competiciones internacionales, como la Copa del Rey, vigente hasta 1992.
Durante las décadas posteriores, estaciones como Sierra Nevada, Puerto de Navacerrada, Alto Campoo y Astún también se sumaron a la práctica de los saltos.
Navacerrada contó con el trampolín Luis Arias, ideal para la iniciación, mientras que Astún albergó el mejor trampolín del país, un HS-91 K90 homologado por la FIS que fue sede de las Universiadas de Invierno en 1981 y 1995.
La Edad Dorada
En los años 80 y 90, un grupo de jóvenes saltadores españoles logró lo impensable: situar a España en el mapa internacional del salto de esquí.
Nombres como Bernat Solá, Ángel Joaniquet, Tomás Cano y Albert Bofill se destacaron en competiciones internacionales, desde los trampolines europeos hasta el Cuatro Trampolines, donde compitieron con los mejores del mundo.
Una foto de Ángel Joaquinet. El saltador escribió un libro sobre los trampolines en el país y el sueño olímpico
El trampolín de La Molina se convirtió en su campo de entrenamiento, y bajo la guía de Willi Puerstl, este grupo de deportistas representó a España con modestia, pero también con una desbordante pasión.
Sus actuaciones, aunque sin medallas destacadas, marcaron un antes y un después en la historia del deporte nacional.
Copa del Rey de saltos celebrada en el año 1992 en La Molina (Foto: archivo captura pantalla Temps de Neu)
El reencuentro
El reciente reencuentro reunió a una generación de saltadores que nunca perdió el deseo de volar. Entre los presentes estuvieron Angel Joaniquet, Tomás Cano, José Rivera, Juan Meno, Bernat Solá, Albert Bofill, Manel Alcalá, Pau Raventós, Toni Comas, Titi Comas, Toti Romarate, Wellinton Batista, David Caballero, Pablo Tamburini, Coque Valls, Alex Velasco, Luisma Fajardo, Jesús Lobo, Félix Fuentes, Miguel Punti, Pau Valdivia, Javi Castillo, David Ortiz, Edu Villena y Sebi Sape
El viejo trampolín de La Molina fue testigo una vez más de su camaradería y de su compromiso con mantener vivo el legado de los saltos de esquí en España.
Willi Puerstl, emocionado, compartió anécdotas y rememoró los duros entrenamientos y las competiciones donde estos jóvenes demostraron su valía. “No importa el paso del tiempo—dijo—, el espíritu de los saltos sigue vivo en ellos”.
El renacer
Hoy, los saltos de esquí en España están lejos de su esplendor pasado. La falta de infraestructuras activas y la escasa promoción han relegado esta disciplina a un segundo plano.
Sin embargo, la reunión de estos héroes del vuelo es un recordatorio de lo que se logró y de lo que podría volver a ser.
Más info:
El ex-saltador olímpico Ángel Joaniquet publica el primer libro sobre saltos de esquí de España