Esta autorización llega en un momento crucial, tras la reciente relajación de las restricciones de agua por habitante en la zona. El proyecto contempla la instalación de partidores que garanticen el mantenimiento del caudal ecológico del río Monachil, lo que subraya un enfoque equilibrado entre el desarrollo turístico y la preservación medioambiental.

 

El proceso ahora requiere la aprobación final por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), lo que indica la importancia de garantizar la sostenibilidad de cualquier iniciativa relacionada con el uso del agua en la región.

 

El portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, ha señalado la necesidad de considerar las condiciones climáticas, destacando que el éxito de la ampliación de la capacidad de nieve artificial dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas.