Un gran día en Porté-Puymorens: nieve polvo y grandes paisajes
Porté Puymorens el viernes 12 de enero de 2024. (Foto: Ivan Sanz Tusell)
Allí hemos entrevistado muy brevemente a Nico Maxheim, director de la estación del grupo Trio-Pyrénées, y también hemos preguntado a algunos clientes. Y esta es la crónica y las imágenes que han resultado de nuestra visita.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
Porté-Puymorens, en los Pirineos Orientales de Francia, es una estación privilegiada. Y lo es porque le da igual de dónde vengan las nevadas: si vienen de norte, seguro que recibe nieve. Si vienen de gregal, recibe nieve. Si vienen del Atlántico, acumula más nieve. Y si vienen de levante, pues resulta que también. Y así ha sido con la última nevada, la de la noche del miércoles al jueves pasados, y las nevadas intermitentes que fueron cayendo a lo largo del jueves y que, ya desde Puigcerdà (Cerdanya), uno podía intuir que mirando hacia el valle del Querol debía estar nevando a ratos.
Y en la práctica, por supuesto, que "pilló" nieve. Fue una de las estaciones más beneficiadas. Y el viernes pudimos comprobarlo, tal y como demuestran las imágenes que publicamos aquí y, sobre todo, en el vídeo que se adjunta al final del artículo.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
Porté-Puymorens y su emplazamiento nivo-estratégico
El motivo del porqué siempre acaba beneficiada con las nevadas es difícil de explicar, sobre todo si se quiere hacer poniendo negro sobre blanco, pero es más fácil si se dispone de un buen mapa de los Pirineos y se estudia un poco la configuración de los valles de la zona. Y es que Porté-Puymorens está estratégicamente situada en el límite de la cuenca Atlántica, incluso con algunas pistas, las más altas, orientadas hacia el Departamento del Ariège, como es el caso del inicio de la pista verde Panorámica, pero con prácticamente todo el dominio esquiable puesto en la cuenca del Mediterráneo, en concreto en el Valle del Querol, río tributario del Segre.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
De hecho, una de las observaciones que a mí me parecen mágicas en Porté es cuando suben a toda velocidad las nieblas del fondo del valle de Ariège, vertiente norte, y entran por el puerto (1.920 m), hacia la vertiente sur. Ver cómo, poco a poco, esas nieblas se van disolviendo, evaporando, a medida que entran en la Alta Cerdanya y pierden altura, es un auténtico placer visual meteorológico. Esto ocurre a menudo y de verdad que es un espectáculo, si uno dispone de tiempo, observar este fenómeno meteorológico desde algún punto elevado, o sea, fuera del área de influencia de las nieblas.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
El caso es que el viernes volvimos para visitar -pulsa aquí para conocer la crónica de nuestra primera visita- Porté-Puymorens, la estación que forma parte del grupo Trio-Pyrénées, (conjuntamente con Cambre d'Aze y Formiguères), y acertamos un día de sol radiante, cielo azul y nieve polvo. La nieve de la "llevantada" que anunciaron 48 horas antes, vayan ustedes a saber por qué extraños movimientos de las masas de aire, dejó en Porté-Puymorens y en el Valle del Ariège, en general, unos grosores de nieve fresca de cerca de 20 cm.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
El ambiente en el pie de pistas
A las nueve de la mañana el ambiente en el aparcamiento de La Vignole dejaba entrever que sería un día tranquilo: aparcamiento apenas al 50% de su capacidad, viento en calma y, eso sí, temperaturas claramente por debajo de los 0 grados.
Pasaban unos minutos de las nueve de la mañana y, enseguida, tomamos el telesilla Le Planeil para subir hacia el sector de Font Frède. A esa hora pocos esquiadores habían pasado por las pistas, así que las estrenamos recién pisadas con sus "rallitas".
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
De los dos telesquís, Font Frède 1 y Font Frède 2, únicamente estaba abierto el corto, el 2. Según informó el director de la estación, Nico Maxheim, el telesquí 1 debería haber abierto ayer sábado. En ese sector pudimos grabar cómo algunos esquiadores aprovechaban para disfrutar de las zonas de nieve virgen. (¡Qué buen estilo Toni!) (ver vídeo al final del artículo).
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
Repasada la zona, nos dirigimos de nuevo a La Vignole para empezar la visita a La Mine. Con buena parte del trayecto del telesilla, todavía en la sombra, nos maravilló ver el blanco brillante de la nieve en el lado opuesto, o sea, hacia el puerto del Puymorens, con esquiadores de montaña foqueando por la cresta en dirección a los contrafuertes del pico de la Mina.
Y ya subidos en el telesilla Dôme de la Mina, aquí la vista se giraba para observar los picos de Font Frède (2.738 m), Les Valletes (2.793 m) y La Vignole(2.814 m), con todas sus paredes de piedra aun con la nieve blanca brillante pegada. Y por supuesto, con los primeros trazos sinuosos fuera pista dejadas en las canales de los contrafuertes del Font Frède, fácilmente accesibles por los telesquís del sector antes visitado.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
Como ya es costumbre en el sector de La Mine (La Mina), aquí encontramos las mejores panorámicas y la mejor nieve, todavía con rincones de nieve virgen donde dejar traza nueva. De fondo, algún aullido humano, (no de lobo), que dejaba entender el placer de deslizarse por aquellas nieves todavía vírgenes. Pero como aparte de esquiar, también tocaba fotografiar, grabar algún vídeo, y entrevistar a algún cliente, cuando quisimos ponernos en el tema ya estaba casi todo trinchado.
Y ya hacia el mediodía, de nuevo visitamos el sector de Font Frèda para ir a buscar las pistas Traversée y Retour Village e ir a tomar "medidas" de la Coulée. En estas dos pistas observamos cómo la producción de nieve de cañón ha sido generosa.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
En el cruce entre la pista azul mencionada y La Coulée, esta pista especialmente visible desde la carretera del puerto del Puymorens y desde el fondo del pueblo de Porté, y que en la práctica es uno de los signos de identidad de la estación, había una colina de nieve que, madre mía, más que obra de un cañón de nieve debió de ser obra de un "cañón borrasca". Una colina de casi 3 metros de espesor de nieve. Ya tendrán trabajo para horas las pisanieves para repartir la nieve del montículo.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
Sobre la Coulée, Nico Maxheim también nos adelantó (ver vídeo adjunto) que todavía faltarían un par de noches de producción de nieve para dejarla lista. Normal, si se tiene en cuenta que es una pista muy ancha y con mucha pendiente. No es aconsejable abrirla si no está en muy buenas condiciones de nieve.
Finalmente, llegamos, casi en solitario, al pie del telesilla L'Estagnol, el 4 plazas instalado en la temporada 2014-15. De nuevo detectamos que hay pocos coches en el aparcamiento.
Tocaba pensar en ir volviendo a la base de La Vignole. Qué rápido pasan las horas en días de buena nieve. Al llegar al retorno del telesilla ya descubrimos a los primeros esquiadores comiendo en el entorno del restaurante Tramuntana, con un olor a carnes a la brasa que, aunque no tuvieras hambre, provocaba que algo se empezara a mover a las entrañas.
Iba siendo hora de empezar a pensar en terminar el trabajo pendiente, con la temperatura ya en suave aumento y con un aire suave y fresco en ligero movimiento. Porque el trabajo realizado, hasta el momento, lo era con esquiadores. Así pues, era necesario buscar algún snowboard para saber su opinión de la jornada en Portè.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
La suerte estuvo de nuestro lado. De bajada hacia La Vignole pudimos entrevistar a los primeros practicantes con tabla de surf. Y ya al pie del telesilla triplaza, una pareja de Dorres. Iba llegando la hora de descalzarse los esquís, pero no sin antes entrevistarnos con el director de la estación. Y de realizar una última visita a La Mina.
A las dos de la tarde, las piernas empezaban a pedir ya descanso. El ambiente en la terraza del bar principal del pie de pistas, este año renovado, con estilo montañero y muy acogedor, con esquiadores disfrutando del sol y comiendo algo, nos recordaba que ahora sí, era hora de dar por finalizada nuestra jornada en la nieve.
(Foto: Ivan Sanz Tusell)
Una vez más, y tomando de referencia una de las charlas realizadas durante el día con un joven practicante de snowboard de Olost de Lluçanès (Barcelona), Porté-Puymorens no solamente no ha decepcionado, es que contra todo pronóstico, ha sido una de las estaciones más beneficiadas por las últimas nevadas. Y en honor al sector de La Mina y al nuevo telesilla estrenado el pasado año, Porté-Puymorens ha vuelto a ser una "mina" de buenas imágenes.
Hasta aquí nuestra crónica y reportaje de la visita a Porté. Gracias a todos los que participasteis en las entrevistas y os dejasteis grabar esquiando. Si el vídeo ha quedado bien, no tengáis ninguna duda de que el 50% lo ha puesto la montaña y el otro 50% todos vosotros. ¡Hasta pronto y nos vemos en pistas!
Para finalizar, aquí va el vídeo de la jornada:
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