En opinión del director de Boí, estar dentro de FGC significa “la seguridad en la continuidad de la estación y la pertenencia a un grupo que lleva más de 35 años gestionando estaciones de esquí, con lo que conlleva en la aportación de conocimiento y evidentemente en los recursos tan necesarios para nuestro sector, que todo el mundo sabe necesita de inversiones en mantenimiento y modernización de forma continuada”.

 

Para David Ros, los grandes retos de Boí Taüll para este invierno son “podernos sumar a los objetivos planteados por FGC en lo que refiere a la digitalización y a la continua disminución en la huella de carbono, finalidad esta última compartida por todos aquellos que amamos el medio natural”.

 

Sin embargo, si hay un hito que puede marcar el devenir de Boí y su papel dentro de FGC es la Copa de Europa de esquí de Montaña que acogera el mes de febrero de 2022.

 

Para todos aquellos que conocen Boí Taüll, sus montañas son el marco incomparable tanto para las disciplinas de esquí alpino y snowboard como para el esquí de montaña. Lo tiene claro su director, según el cual, “la estación representa una puerta de entrada increíble a recorridos e itinerarios de gran nivel y especial belleza”.

 

 

David Ros cree firmemente que la Copa de Europa de skimo “nos permitirá poder mostrar estas maravillosas montañas a todos los amantes de esta disciplina y demostrar también la capacidad de la estación, el valle de Boí y la comarca en la organización de eventos y competiciones de primer nivel internacional”.

 

El objetivo del director es claro: “irnos preparando para poder acoger pruebas y eventos de igual o más nivel en el futuro”, quien sabe si los Mundiales de esquí de montaña y, porque no, las pruebas de alpino de unos hipotéticos Juegos Olímpicos de Invierno Pirineos-Barcelona 2030.