La escasez de nieve en los centros de esquí de la Patagonia argentina empieza a ser preocupante. Hasta el punto que La Hoya (Chubut) se ha visto obligada a cerrar y otros centros de esquí de la región como Perito Moreno y Catedral (Río Negro) o Bayo y Chapelco (Neuquén), mantienen habilitados algunos sectores gracias al desplazamiento de nieve de los ventisqueros y a la innivacion artificial, pero ninguno tiene su operatoria al cien por cien.

 

Todos confían que sea una situación temporal y miran al cielo esperando una nevada.

 

En declaraciones a la emisora FM Sol, el gerente de operaciones de La Hoya, Nicolás Herrera, justificó el cierre explicando que “queremos ofrecer un servicio en buenas condiciones de seguridad y tener un centro de esquí sin nieve tampoco ayuda a la imagen del cerro".

 

Herrera señaló que las condiciones de nieve no permiten brindar una actividad segura en la montaña y admitió que la única pista habilitada en las últimas semanas, estaba destinada a principiantes, “pero por la poca nieve y las altas temperaturas debieron cancelar la operatoria”.

 

 

 

Aun sin ser tan acuciante, la falta de nieve también afecta al mayor cerro del país, Catedral Alta Patagonia, que debido a las condiciones de nieve y el pronóstico de altas temperaturas, este miércoles cerró al público la parte alta de la montaña “buscando preservar la nieve que hay y dedicando todo el día para mover nieve a mano con el equipo de Catedral y voluntarios”.

 

Estos días, en Catedral, decenas de personas caminan con sus palas al hombro todas las tardes para acumular nieve de aquellos lugares, como cañadones, donde los rayos del sol no llegan para transportarla hasta los sectores donde las máquinas pisa nieves, que trabajan por la noche, podrán desplazarla hacia las pistas.

 

El gerente de Montaña de Capsa, Matias Marcaccini, explicó que “hay muy poquita nieve y las altas temperaturas agravan la situación”. Según Marcaccini, ha habido otros inviernos similares con poca nieve en la montaña: “La gente que lleva muchos años en el cerro recuerda que en 1985, en 1990 y en 1996 nevó muy poco, lo que suele ocurrir después de un invierno “nivoso”, como sucedió en 2020. Es algo cíclico que desde 1996 no pasaba de una manera tan grave”, se consuela el gerente de Catedral.

 

Si bien las cotas altas están sin nieve, se puede mantener funcionando la base del cerro gracias a los 15 cañones que abastecen un área de 3 hectáreas; mientras que en la Plaza Oertle hay 2 más y una lanza, que fabrican nieve para 2 hectáreas.

 

Precisamente la fabricación de nieve artificial ha sido fundamental para mantener abiertos los sectores de principiantes y las partes intermedias, lo que obliga a las concesionarias de los centros de esquí a repensar estrategias para enfrentar contingencias como las que ocurren este invierno.

 

 

 

En este contexto, se enmarca el anuncio del presidente del grupo empresarial propietario de Cerro Bayo, Pablo Torres García a La Angostura Digital: quieren comprar 3 cañones más para fabricar nieve artificial y estar preparados el año que viene. Hoy, el centro de esquí tiene únicamente 3 cañones.

 

Su adquisición supondrá una inversión de más de 600.000 euros, que forman parte de los 3,5 millones de euros del plan de crecimiento que proyectan para Cerro Bayo.