La primera novedad, por obvia, es que El Azufre -bautizada así por el nombre del valle en el que se asienta-, no empezará a andar este otoño-invierno (primavera-verano en el hemisferio norte) de 2020 como estaba previsto. La crisis por la pandemia del coronavirus ha retrasado el proyecto. “Antes de la pandemia estábamos avanzando en las obras de fase 1 y tuvimos que frenar por la cuarentena”, explica Alejandro Spinello, uno de los tres socios promotores, a los medios malargüinos.

 

En la parte buena de las novedades, que "si la pandemia lo permite, que ya en 2021 estaríamos con una infraestructura para arrancar como centro de esquí boutique y en 2022 tener los primeros medios de elevación funcionando", añade Spinello.

 

 

 

Otro rasgo importante de El Azufre que se ha hecho público es que será el primer centro de esquí 100×100 sostenible.

El impulsor del centro de esquí en el Valle de El Azufre reconoce que han tenido dificultades para conseguir financiamiento y por ello “hemos avanzado con otro tipo de ingeniería financiera y dividimos en mayores etapas el proyecto".

 

Sin embargo, se muestra confiado porque: "las conclusiones del máster plan han sido fantásticas porque el terreno es fantástico, las condiciones de la nieve son fantásticas, lo que permite una inversión y planificación más eficientes”.

 

 

 

Daniel Nofal y José Beccar, los otros dos socios de El Azufre, creen que puede convertirse en un eje de la agenda invernal del turismo del esquí a nivel mundial.

 

El complejo estará ubicado en los tramos finales de la Ruta 226, cerca del Paso Vergara. “Será un lugar soñado para esquiadores del mundo entero; sobre todo porque hay cinco meses de nieve consolidada que forman una base generosa. Y se podrán recorrer pendientes de todo tipo”, explicó Beccar a la Agencia de Comunicación Argentina.

 

“Sin el impulso de la minería como eje del desarrollo futuro -aunque no pierdo las esperanzas- es nuestra misión fortalecer el desarrollo del turismo”, expresó Juan Ojeda y agregó “a nuestras bellezas naturales se suma el esquí y todo su atractivo como opción. Es decir que habrá razones de sobra para que el turista que disfrute de Malargüe como destino seguro quiera repetir”.

 

Los inversores Nofal y Beccar, explicaron que junto a Spinello se instalaron los últimos dos años en una base y aseguraron que esto “nos ha permitido conocer detalles concretos del emplazamiento que ya fueron volcados en el máster plan”. Citaron como ejemplo los estudios del terreno, la calidad de la nieve y de riesgo de avalanchas. “Es el lugar perfecto”, aseguraron.