La estación de esquí de Lunada, en Espinosa de los Monteros, Burgos, ha quebrado y este invierno ya no ha abierto sus puertas al público. Es un nuevo caso de una estación pequeña, de titularidad pública y otorgada en concesión a una empresa privada, que no consigue salir a flote.

 

Tras intentar, este pasado mes de diciembre, recuperar el complejo porque la concesionaria (Snow Mountain) no había pagado el canon anual, ni tampoco la luz, la pelota (mejor dicho, la estación de esquí), estará de nuevo en el tejado del Ayuntamiento. Se trata de un total de apenas 2.780 euros, una cuantía muy pequeña, pero cuyo impago da muestra de la situación que atraviesa la empresa tras la complicada campaña del año anterior.

 

 

El consistorio planteó en su día un canon muy asequible para hacer viable la reapertura de la instalación tras muchos años cerrada. Fruto de esa apuesta, la concesión recaló en Snow Mountain en el 2016 y durante una temporada asumió la gestión de manera directa. Posteriormente, se hizo oficialmente con la concesión hasta 2031.

 

Al margen de los resultados económicos, la sentencia de muerte de Lunada llegó con la última auditoría efectuada por los técnicos del servicio de Transporte de la Junta de Castilla y León del todo desfavorable. Su conclusión es clara: las instalaciones no estaban preparadas para operar este año si no se acometen mejoras.

 

De los cuatro remontes con los que cuenta la estación, desde 2015 solo se han llegado a utilizar dos. Los otros dos necesitan renovarse de manera integral, al igual que sucede con buena parte de los equipos de la instalación. Y eso a pesar de las inversiones realizadas en los últimos años para intentar paliar las deficiencias que presentan unas instalaciones con medio siglo de historia a sus espaldas.

 

 

Según publica Crónica de las Merindades en su último número de enero, la concesión de 15 años se ha rescindido por la falta de pago de la empresa, no solo de canon anual sino de los recibos de la luz que ahora paga el Ayuntamiento como titular del contrato. También incumple la legislación en materia laboral y el reglamento de explotación para instalaciones de telesquíes.

 

Otro problema añadido es la falta de pago de la empresa de sus obligaciones tributarias, por lo que no pueden contratar con las administraciones públicas, así como deudas con la Seguridad Social.

 

 

El objetivo del Ayuntamiento es que la concesionaria deje la estación voluntariamente y no sea necesario ir a los juzgados y, a partir de ahí, elaborar un plan de viabilidad para ver las posibilidades que tiene Lunada, ya que es un recurso importante para la localidad.

 

Lunada es uno de los pocos lugares para practicar deportes de invierno en la provincia de Burgos y el único de Las Merindades. ¿La veremos funcionar de nuevo?