El hombre de 43 años era vecino de Ripollet en la provincia de Barcelona, y según las primeras investigaciones de los Mossos, todo apunta a que la muerte se produjo de forma accidental.

 

Los bomberos recibieron el aviso la noche del viernes de la desaparición del excursionista por parte de la familia, no había vuelto a casa y no se sabía nada de él. En el dispositivo de búsqueda movilizado durante la noche del viernes se movilizaron efectivos del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) de los Bombers de la Generalitat con cuatro dotaciones, cinco patrullas de los Mossos. Además, el cuerpo de bomberos de Francia fue alertado de la desaparición del hombre por si había cruzado al lado francés.

 

Finalmente, los GRAE encontraron el cuerpo sin vida del excursionista hacia las 3 de la madrugada. Los Mossos han abierto una investigación para tratar de averiguar las causas del fallecimiento, aunque según las primeras valoraciones, todo indica que se trata de una muerte accidental.